La eliminación de las PASO nacionales dejó a la deriva las internas de los partidos. El PJ entrerriano acelera el orden para mantener las bancas.
En el Partido Justicialista (PJ) de Entre Ríos, la fecha límite para cerrar las listas de candidatos significa movimiento. Y este 2025 no es la excepción. El Gobierno nacional suspendió las PASO nacionales y obligó a los partidos a definir y comunicar sus propios mecanismos internos de selección de candidaturas.
En ese panorama, este viernes es el último día para presentar a quienes competirán en las internas, y el 6 de julio será la jornada en la que se elegirán las caras del peronismo en las elecciones legislativas 2025, donde la provincia pone en juego las tres bancas del Senado y cinco en Diputados.
De ese total, tres las ocupan ‘compañeros y compañeras’: la senadora nacional Stefanía Cora –que ingresó tras el escándalo del exlegislador Edgardo Kueider–, la diputada nacional Carolina Gaillard y su par Tomás Ledesma.
Ese movimiento desordena. Pero también van tomando forma dos ejes electorales que, en principio, llevarán a la cabeza figuras “de nombre” y encolumnarán al resto de los sectores. Otros también reservaron un lugar en la competencia. “Para medirse”, cuentan cercanos a un exlegislador nacional a este diario.
Operativo “clamor”
El primer nombre que empezó a circular con fuerza a principios de año fue el del exdirector de Aduanas Guillermo Michel.
El economista y abogado, rondó por la función pública en varias ocasiones y ámbitos: fue asesor legislativo en el Senado de la Nación con Guillermo Guastavino y con Miguel Ángel Pichetto, aportó su punto de vista en varios proyectos y reformas económicas con Sergio Massa, su “padrino” político actual, y dirigió Aduanas en dos oportunidades.
Con esa ventaja, recorrió medios, publicó comunicados y provocó reacciones al confrontar con las gestiones nacionales y provinciales en sus redes sociales. Eso lo catapultó a los principales lugares para el 2025. “Se ganó un espacio y tiene todo el derecho. Al que no le guste que se presente a competir”, consideraron allegados a Michel.
Sin embargo, en menos de dos meses se gestó un movimiento “clamor” que, entre voces y banderas, convocó al exintendente de Paraná Adán Bahl, tras estar con perfil bajo desde que perdió la elección a gobernador en 2023.
Su postulación será para “llevar a la capital entrerriana al Senado”, como relató a UNO un cercano a la intendenta actual, Rosario Romero.
En un principio, se creyó que la competencia sería entre los dos. Poco tiempo pasó y se encargaron de limpiar las dudas, hasta tirándose algunas flores. “Nos vamos a complementar positivamente, es la irrupción más novedosa que ha surgido”, dijo Bahl en Radio Costa Paraná.
Por eso –si no ocurren cambios importantes o golpean otros efectos colaterales–, el exjefe comunal iría como precandidato a senador nacional, y Michel encabezaría la lista para la Cámara de Diputados.
¿Cómo se repartirían los otros lugares? Al menos uno de los expectantes irá para Concepción del Uruguay, y otro para Concordia.Allí sumaron el apoyo del intendente de la primera, José Lauritto, y de la familia Cresto y del exgobernador Gustavo Bordet en la segunda.
También recibieron el apoyo de otros intendentes como Adrián Fuertes (Villaguay), Ariel Weis (Colonia Avellaneda), Isa Castagnino (Victoria), Juan Amavet (Santa Anita), Mauro Díaz Chaves (Aldea San Antonio) y Gino Mezquida (Piedras Blancas), entre otros.
Intendentes sub-40 y “los K”
El acuerdo Bahl-Michel movió más del otro lado que en el propio grupo que se está gestando detrás de esos nombres.
El Peronismo Amplio Renovador (PAR) aparece como el sector de “peronismo más duro” para las internas electorales. “Queremos que los dirigentes representen al pueblo, porque se perdió el ABC del peronismo”, destacó uno de sus dirigentes en la presentación del espacio en Gualeguay.
Hace semanas están recorriendo “toda la provincia” para juntar avales y abrir puntos militantes para generar adeptos. Una alianza con intendentes del en funciones extendió como Gustavo Bastián (San José), Damián Arévalo (Feliciano), Ricardo Bravo (Federación) y César Simino (San Gustavo), identificados como los “intendentes sub-40” del peronismo entrerriano.
También acompañan referentes de peso como los exintendentes Martín Piaggio (Gualeguaychú), Julio Solanas (Paraná), Claudia Giecco (Diamante), o Carolina Gaillard y Javier Orduna, entre otros. En su lanzamiento adhirió Adán Bahl, aunque luego se distanció junto a la diputada nacional Blanca Osuna.
El PAR surgió tras “un proceso de diálogo político profundo”, con coincidencias “reales” y no para ser una “maquinaria electoral”. El objetivo es reconstruir un peronismo “con vocación transformadora que escuche y abrace a los sectores más humildes”, “Que la gente se vuelva a enamorar del peronismo”, remarcaron desde otra rama de la alianza.
“Sin importar los nombres, y siempre con las convicciones de frente”, replicaron otros casi como un slogan. ¿Y el kirchnerismo por dónde anda? Desde ese sector confiaron a UNO que están muy cerca de cerrar un acuerdo con PAR.
No hay 2 sin 3, 4, 5...
El peronismo entrerriano tuvo y tendrá caudillos que no quieren perder terreno ni protagonismo, y por eso existen focos de disidencia a este juego de dos.
Uno de los focos es el que integran Héctor Maya y José Allende. Maya, exdiputado nacional entre 1983 y 1987 y exsenador entre 1995 y 2001, busca regresar al Senado con el respaldo del gremio estatal UPCN, que colocaría a Flavia Mendoza entre las precandidatas
Otro que manifestó sus ganas de competir es el intendente de Santa Elena, Daniel Rossi, exvicegobernador condenado por corrupción. También aparece Jorge Vázquez, presidente de la departamental Paraná del partido, que viene manifestando que este es su “momento” para asumir un rol protagónico. Anotó un kinoto.
“No hay plata”
A pesar del calendario establecido, todo pende de un hilo. El fin de semana que pasó se conoció que la Junta Electoral del PJ entrerriano no puede asegurar la realización de las internas. Las condiciones “económicas, logísticas, operativas y normativas” hacen “inviable” garantizar los comicios, consideraron.
¿Las limitaciones del peronismo? Los “altos costos” del servicio del Correo Argentino, recursos humanos, transporte, centros de votación, seguridad y tecnología. Además, la Junta peronista comunicó que ya no está disponible el soporte que antes brindaban las autoridades electorales nacionales y provinciales.
La situación no es la deseada por nadie. Tras dos décadas al mando de la provincia, el peronismo atraviesa una etapa de redefinición y acción para salir de la intemperie y volver a convocar a la mayoría bajo un mismo paraguas. El contexto político fragmentado en una lógica de tercios que complica cualquier hegemonía, tampoco le es ameno.
Quien conduzca deberá ser el que mejor interprete el presente para sostener las bancas, y reconstruir una hoja de ruta de cara al 2027.