"Estoy pegando tremenda reflexion, recordando hace un par de años atrás, cuando una loca periodista y docente denunciaba públicamente una "lista de acomodados en Educación", donde se nombraban en cargos docentes, sin haber concursado, personas que ni secundario tenían, quitando la posibilidad de trabajo a colegas titulados.
Con todas la pruebas del caso, contacté colegas "periodistas locales" para que ayudaran a difundir; me trataron de mentirosa, negando las pruebas (hoy veo el porqué de esa negación); tal es así que tuve que comumicarme con colegas de otros departamentos para que saquen a la luz esa información.
También recuerdo porque tengo buena memoria (para algunas cosas) que me sorprendía que desde la "oposición" nadie saliera a emitir ni un comunicado repudiando los hechos; claro, venían tiempos de campaña y nadie quería arriesgarse.
La denuncia fue hecha en Fiscalía local; esto generó obviamente malestar, y no solo denuncié esa situación sino otras de mayor gravedad que se habían cajoneado en Departamental de Escuelas. Hoy me entero que se despidió a ese "pseudo docente" denunciado, para ello pasé las mil y una.
Pero como fiel creyente de un Dios justo, todo, tarde o temprano sale a la luz; y escribo esto, no como modo de venganza u odio, simplemente recordar estos hechos. Hoy hay muchísimas voces repudiando lo que es público, y me parece bien, porque en ese momento se llamaron a silencio. Tal vez aquello era la punta del gran iceberg que hoy llevó a la sociedad federalense a chocarse con la realidad, poniendo a tambalear varias "barcas".
Que Dios y la Patria os demanden".