'EL DEDO EN LA LLAGA' (L a V, 12hs)

Los senadores de Entre Ríos han votado no dar a conocer qué se hace con el dinero de los ciudadanos

Por Nahuel Maciel (de ANALISIS) De contratos truchos a una Cámara trucha. Hay prohibiciones que son toda una confesión. La de los senadores departamentales al aprobar anoche (por el miércoles 18/9/2024) la Resolución 30.182 es una de ellas. Saben, tienen consciencia que con eso impiden que el pueblo conozca quiénes son sus asesores, contratados y el destino de los subsidios que “otorgan”.

No solo eso. La cultura de la impunidad embarga a todos los senadores porque han votado –de manera unánime- no dar a conocer qué se hace con el dinero que los ciudadanos le confían a través de sus impuestos.

Así, han escrito una de las páginas más deshonrosas de su historia al ocultar, de manera aviesa, infame y malintencionada conocer el listado de asesores, contratados y el destino de los subsidios que “otorgan” en nombre de la democracia y el pueblo. Caraduras. Y lo hacen cuando todavía deben rendir –institucionalmente- cuenta ante la Justicia por uno de los hechos de corrupción más importante en la historia de la provincia orquestados, diseñados y pergeñados a través de los llamados “contratos truchos”.

La opacidad –como la impunidad- es lo que los caracteriza. ¡Y pensar que son una de las instancias esenciales para nombrar jueces y responsables en la conducción de organismos de control! Nuevamente caraduras.

Entre Ríos “entre corruptos” es el lamentable reflejo que irradia la Cámara de Senadores.

En Argentina, el término “trucho” significa distintas cosas de acuerdo al contexto de su señalamiento. Lo más habitual es llamar “trucho” a algo falso, a algo que tiene muy baja calidad, a alguien que es poco fiable, incluso ilegal o que no está autorizado. Así, “trucho” también se liga al engaño, y en este caso a la estafa ciudadana.

Con la decisión de anoche, prácticamente ya no hay distancia entre “los contratos truchos” y el de percibir “a una Cámara de Senadores trucha”. No hay remedios por el momento: mientras los entrerrianos sueñan con la oportunidad de mejorar las instituciones a través de los mecanismos democráticos, quienes son elegidos por ese mecanismo no hacen otra cosa que falsear, “truchear” a la propia democracia. Son como Javier Milei, el presidente que se reconoce un topo para una vez dentro del Estado, erosionar al mismo Estado. No se diferencian en nada, ni siquiera en métodos ni prácticas y eso es lo que mejor refleja un pensamiento y una conducta. Están vaciando de contenido al Senado.