'EL DEDO EN LA LLAGA' (L a V, 12hs)

"Hay más pobres que comida en nuestras manos»

Cáritas, desbordada por la demanda de alimentos. «Sabemos que hacemos lo que podemos con lo que tenemos, procurando que alcance para todos. Pero la demanda es siempre superior al recurso. Hay más pobres que comida en nuestras manos».

El sacerdote Javier Murador, director de Cáritas Arquidiocesana -el brazo de la Iglesia Católica encargado de asistir a los más pobres-, admite que 2024 inició con un escenario particularmente adverso para los sectores más desprotegidos, y las 54 parroquias que tiene el Arzobispado de Paraná -cuya jurisdicción se extiende hasta el departamento Federal- enfrentan una demanda constante y creciente.

Pero la mayor necesidad de asistencia a veces choca con los recursos limitados: Cáritas asiste en base a lo que recibe en donaciones, alimentos y ropa, y la crisis afecta a todos los sectores.

«En este último tiempo la demanda ha crecido de manera sostenida. Nuestras Cáritas parroquiales tienen realidades dispares. Siempre se asiste con o que se tiene, con lo que se puede. Hay permanentemente pedidos y se ha visto crecer el número de gente que viene a pedir. Siempre hay necesidad. En este comienzo de año se acentuó la persistencia de los pedidos. Y la sensación en las Cáritas es de no dar abasto. Tampoco alcanza lo que la gente lleva para que Cáritas administre. No dan abasto por todo lo que vienen a pedir», señaló el religioso durante una entrevista con el programa Puro Cuento de Radio Plaza 94.7.

Lo que llega en donaciones, se distribuye, agrega. Las parroquias «más pudientes», que tienen un volúmen mayor de donaciones, pueden armar bolsones que reparten en forma quincenal o mensual. «Pero antes que dar cosas, lo que hace Cáritas es recibir a las personas que vienen, darles un trato cordial, escucharlas. Hay demanda de alimentos, sí, pero hay demanda de escucha también. Y en eso las Cáritas están muy comprometidas», agrega Murador.

Pero da una definición que parece atinada: «La sensación es que con lo que antes alcanzaba, ya no alcanza. En las Cáritas ayudamos con lo que podemos pero la sensación es que estamos desbordados por la cantidad de gente que llega. Pero tratamos de conservar la esperanza. Nuestras comunidades son autosustentables, no se recibe ayuda del Estado. Lo que se brinda es lo que se recoge en las misas, lo que la gente trae o lo que consiguen algunos colegios que hacen campañas de recolección de ropas o alimentos».

 De la Redacción de Entre Ríos Ahora

FOTO NOTICIA - VIDA COTIDIANA

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