El Consejo General de Educación no resuelve administrativamente el transporte escolar ni continuidad laboral de profesores
(De la Redacción de Entre Ríos Ahora)
La educación virtual en áreas rurales no es una hora por zoom, prender la computadora, conectarla a wi fi, escuchar al profesor del otro lado, tener una clase a distancia. Los docentes de la Escuela Secundaria Nº 7 María Macacha Güemes, de Loma Limpia, una zona del departamento Federal donde escasean la luz eléctrica y el agua corriente de red y que tiene caminos de tierra para acceder, envían a sus alumnos materiales por whatsapp. Pero no todos los estudiantes suelen estar en línea: en algunos parajes, deben aguardar a que haya señal para intercambiar con los profesores.
“Los profesores están pendientes de sus alumnos 24×7 cuando hay clases virtuales”, dice la docente Zulma González. Las clases no presenciales en la escuela de Loma Limpia ocurren cuando llueve y los caminos se vuelven intransitables, o como este año, que el Consejo General de Educación (CGE) no pudo resolver administrativamente la contratación de una combi para que recoja alumnos de distintos puntos del departamento para ir a la única escuela secundaria de la zona. Algunos son llevados por sus padres, otros viajan en bicicleta, a caballo, en moto. Otros, nada de todo eso.
La escuela de Loma Limpia está ubicada a 40 kilómetros de la ciudad de Federal, tiene 48 alumnos y por estos días, una matrícula muy mermada. “Nuestro problema es que los alumnos no pueden llegar porque no se les garantiza el transporte. Estos chicos se trasladan desde distintos puntos del departamento, como paraje El Gato, Banderas o Las Tunas. Los alumnos hacen un recorrido largo para llegar a la escuela. Salen aproximadamente a las 8 de Federal y llegan a las 11 a la escuela. La escuela funciona hasta las 16,10”, detalla la docente.
Sin transporte escolar garantizado -el Consejo General de Educación (CGE) tiene que liberar la partida y esa medida de momento no se ha dado- llegan pocos alumnos a la Escuela Secundaria Nº 7 de Loma Limpia. “Los pocos chicos que pueden asistir lo hacen por voluntad de los padres, que los acercan; los traen en moto, en autos particulares; algunos llegan en bicicleta, a caballo, como pueden. La Comuna de Banderas ayuda a los papás para que puedan acercar a sus hijos”, señala.
“Estamos desesperados porque los alumnos necesitan estar en la escuela -cuenta la docente en diálogo con el programa Puro Cuento de Radio Plaza 94.8-. En forma virtual tratamos de sostener la enseñanza, pero muchas veces eso no se puede. Los profesores acercan a los alumnos que no pueden asistir materiales por whattsapp pero se complica: no todos tienen conectividad, algunos se conectan a distinto tiempo. A la hora que el alumno recibe el material es la hora que contesta”.
-¿Qué siente cuando escucha a las autoridades de Educación que reclaman que las escuelas cumplan los 190 días de clase?
-Siento mucha impotencia. A la escuela se llega por camino de tierra, que en días de lluvia son intransitables. Queremos aprovechar ahora que hay días secos y lindos. Pero no podemos. No hemos podido empezar las clases con todos los alumnos en la escuela.
Sin aulas, sin profesores
Luciana Preisz es vicerrectora de la Escuela Secundaria N° 11 Roberto Aizenberg, que funciona en la vieja estación de trenes de Federal. Las aulas son antiguas oficinas, mal ventiladas y demasiado pequeñas: solo permite 15 alumnos por curso.
Surgió en 2013 y en 2016, como consecuencia del constante aumento de matrícula, decidieron crear la división “C” en 1º, 2º, 3º y 4º años. Los profesores de esos cursos tenían, hasta 2023, designaciones a término. Pero en 2024 esas contrataciones no se han renovado, los docentes están en ascuas y los alumnos sin poder iniciar el ciclo lectivo.
“Todavía tenemos algunas divisiones que no han podido comenzar las clases como corresponde”, admite la docente. En la misma situación está la Escuela Secundaria Nº 9, aunque en ese caso desde el Consejo de Educación ya les han dado la mala nueva: no habrá autorización para las horas cátedra, y se crea así una grave situación de incertidumbre.
En la Escuela Secundaria Nº 9 la situación es distinta aunque no menos incierta. Tienen la promesa de palabra de las autoridades educativas que habrá renovación de las horas para la planta docente. Aunque hasta que ello no ocurra, los profesores no van a trabajar -es casi seguro que a fin de mes no cobren las horas que tienen en esa escuela- y tampoco los alumnos de esas cuatro divisiones han podido iniciar las clases.
“Las plazas no han aparecido ni están las resoluciones”, alerta Preisz. “Estoy hablando en nombre de los compañeros docentes, que están muy angustiados por la situación. Para muchos de ellos, son las únicas horas que tienen y a fin de mes no van a cobrar nada”, plantea.
“Confiamos en que se va a resolver, pero hasta que eso no se dé, hasta que no haya confirmación, no podemos amontonar chicos porque nuestra escuela funciona en un edificio viejo de la estación ferrocarril, en aulas chicas, sin ventilación. No podemos tener más de 15 alumnos por aula. Por esa razón, los chicos están a la espera. No los podemos amontonar más de lo que ya están”, subraya.
