Gabriel Rubinstein sostiene que la inflación no sube. Y cree que es posible que el IPC vuelva a un dígito antes de fin de año, pese a la corrida cambiaria.
Gabriel Rubinstein, viceministro de la cartera de Economía, que lidera el candidato oficialista Sergio Massa, aseguró hoy que “la inflación está bajando”, tras difundir el informe semanal de precios desde sus redes sociales.
“Inflación está bajando. No hay dudas de ello. Con Superávit Fiscal Primario y dólares para bajar brechas cambiarías, podría bajar mucho más”, escribió desde su cuenta de X (ex Twitter).
Los dichos de Rubinstein se basan en el informe que comenzó a publicar hace apenas semanas la cartera de Massa y se corresponde a la semana del 25 de septiembre al 1 de octubre. Según el relevamiento realizado, los precios a nivel minorista subieron 1,3% y por ello se detalla que “a pesar de seguir la inflación en niveles elevados, el proceso de desaceleración es significativo”.
Asimismo se remarcan las subas mayores al promedio de 1,3% en turismo (3,1%), indumentaria (2,5) y Alimentos y Bebidas sin carne (1,8). En tanto, se destaca una baja semanal estimada en verduras de -2,6%, en frutas de -0,2 y en carnes, de -0,2.
Por otra parte, en el informe se apunta que “se espera que los próximos datos confirmen el proceso de desaceleración en marcha, aun cuando, como ha venido ocurriendo en todos los meses precios, las subas en las primeras semanas de cada mes suelen ser bastante mayores que las de las semanas previas”. Luego, finaliza: “En tal sentido, esperaríamos un alza mayor en la primera semana de octubre, antes de que el proceso de baja de las tasas semanales de inflación sea reasumido”.
Fue a mediados de septiembre que el Ministerio de Economía tomó la decisión de publicar sus proyecciones semanales de inflación, informe que no es nuevo ya que este tipo de documento es elaborado hace tiempo por la Secretaría de Política Económica, pero hasta hace unas semanas atrás era reservado.
De acuerdo a lo que se informó en su momento, estos datos no reemplazan los de la Secretaría de Comercio ni los publicados por el Indec, así como tampoco al Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que informa el Banco Central (BCRA).
Desde Hacienda se aseguró que el objetivo es formar otras expectativas menos negativas en el sector privado. Por su parte economistas privados indican que la intención oficial de publicar este informe es “licuar” el impacto mediático y político que tiene el dato oficial.
El vice de Massa salió a decir que la inflación está bajando y Economía echa culpas a la devalución post Paso
Niegan que haya una ola de remarcaciones y esperan un descenso en octubre. No obstante, reconocen que la corrida generó "inquietud".
Después de conocerse la inflación de septiembre, que arrojó una suba del 12,7% y marcó un nuevo récord, el Gobierno reconoció este jueves que la corrida cambiaria generó "inquietud", pero descartó que haya una ola de remarcaciones y estimó un descenso de los precios en octubre.
"Por ahora no estamos detectando que se hubieran escapado los precios, habría que ver los próximos días, van a estar influidos por los aumentos acordados del 5% para mitad de mes, pero no detectamos que no haya productos, desabastecimiento o que se hubieran disparado las listas", dijeron en el Ministerio de Economía.
En medio de fuertes presiones cambiarias y una batería de controles en la city porteña, donde este jueves el dólar blue retrocedió a $ 960 y el contado con liquidación subió a $ 966, el equipo de Sergio Massa reconoció que "se produjo alguna inquietud y no sabemos como va a impactar en la inflación".
En ese contexto, señalaron que "si persistiera este clima, se terminaría trasladando a precios", como ocurrió en agosto y septiembre tras la devaluación post PASO. "Esto es una suba del dólar blue, un indicador de que algo está pasando, puede llevar a conductas preventivas, pero también puede demorarse", agregaron.
Por la corrida cambiaria, esta semana se extendió la ola de remarcaciones y las demoras en las entregas por parte de fabricantes y distribuidores. También se agravó el faltante de productos en supermercados, almacenes y kioscos, mientras que en otros casos se interrumpieron ventas por falta de precios.
Los funcionarios aseguraron que el salto del dólar oficial siguió impactando en los precios minoristas de septiembre, con la suba más alta desde febrero de 1991. "El 12,7% de septiembre estuvo muy influido por el arrastre de agosto, se devaluó, subieron mucho los precios", afirmó un funcionario.
El dato oficial, el último que se conocerá antes de las elecciones, contrasta con el relevamiento semanal difundido este jueves por el secretario de política económica, Gabriel Rubinstein. La medición, que empezó a publicar los viernes después de la suba del 12,4% en agosto, muestra una desaceleración en septiembre y octubre.
"Se consolida baja del ritmo mensual de inflación, desde valores del orden del 15% en agosto al 7,5%, considerando las últimas 4 semanas", tuiteó. Así todo, los precios minoristas subieron un 2,3% del 2 al 8 de octubre, por encima de las cuatro semanas previas, según el informe de Rubinstein a partir de publicaciones en internet.
En Economía, reconocen que esos niveles siguen siendo "altísimos", y que las subas en alimentos y bebidas en octubre se mantuvieron "fuertes", sobre todo en el interior del país. En septiembre, ese rubro aumentó 14,3%, por encima del promedio. Aún así, esperan un descenso importante este mes.
Después de la devaluación de agosto, el Gobierno congeló el dólar mayorista en $ 350 y las tarifas de los servicios públicos. El esquema de emergencia sirvió para estabilizar la situación por unas semanas, pero el desarme de plazos fijos y la corrida cambiaria recalentaron el dólar paralelo y los precios.
En ese marco, el Banco Central subió este jueves la tasa de interés al 133% nominal anual (un 11% efectivo mensual), un rendimiento que sigue estando por debajo de la inflación. En Hacienda, sostienen que la suba de la tasa fue una medida preventiva y que "debería ayudarte a bajar un poco el ruido cambiario".
Fuera de eso, el equipo de Massa no prevé nuevas medidas. La expectativa es que la afluencia de dólares con los nuevos tipos de cambio diferenciales (dólar soja, petrolero, minero, pyme y regionales) y la liberación de otros US$ 5.000 millones del swap, que aún no se concretaron, "tranquilicen" los dólares paralelos.
Esos fondos serán claves para mantener a flote el dólar congelado en $ 350 hasta el 15 de noviembre y evitar una devaluación. Pero el escenario sigue siendo desafiante: esta semana, el Banco Central se desprendió de US$ 540 millones y la expansión fiscal post PASO, reconocen en Economía, "no ayuda" a bajar la inflación.