Un sondeo revela la preocupación por la situación económica personal y la del país. El recorte de los gastos y las estrategias de ahorro se volvieron más extremos.
La situación económica del país, la falta de claridad sobre el futuro y las escasas expectativas positivas que se ciernen sobre el año próximo, son algunos aspectos de la coyuntura que se instalaron en el pensamiento de los consumidores y hoy se traducen en un estado de pesimismo y falta de confianza.
Esta radiografía del estado de ánimo de la población de cara a las próximas elecciones, forma parte de un estudio hecho por la consultora. ShopApp junto con Ecolatina. El sondeo sostiene que solo el 31% de la población mantiene una percepción positiva sobre su situación personal y de la economía en general. Se trata del porcentaje más bajo en los últimos dos años, según los relevamientos periódicos que realiza la consultora.
“El incremento de la percepción negativa es fuertemente impulsado por la clase media detalla Juana Merlo, directora de la consultora. “En ese segmento, el indicador asciende a 21 puntos respecto del último relevamiento y es superior en mayores de 30 años”, cuenta. Y continúa: “vemos que la situación económica del país vuelve a quedar en primer lugar en la lista de cuestiones desfavorables del año, al igual que en el balance de fin de año en 2022”, dice.
De acuerdo con esta medición, la situación política del país, se posiciona en segundo lugar y preocupa principalmente a hombres y a los niveles económicos medios altos. “Por primera vez en los últimos 2 años, la falta de claridad sobre el futuro entra en el top 3 de las preocupaciones de los argentinos, capturando a 4 de cada 10, y especialmente a jóvenes menores de 29 y adultos mayores de 50, a NSE medios, y a mujeres”, explica el informe que se hizo con entrevistas a 1.000 consumidores, entre el 8 y el 11 de septiembre.
De acuerdo con este relevamiento, “el pesimismo es el mayor ganador del último semestre, principalmente en los NSE medios y altos, donde asciende a 10 y 14 puntos respectivamente.
“Aunque el ranking de preocupaciones de cara al futuro cercano se mantiene, la economía se posiciona muy por encima de las demás: crece siete puntos en la preocupación por la economía familiar,y ocho por la economía del país”, explica Merlo.
La preocupación de la gente por la economía sigue ganando terreno, en detrimento de la salud que sigue perdiendo peso en este ranking. Las personas de menores recursos y los sectores medios son quienes más explican la preocupación por la economía familiar. La economía del país, por su parte, preocupa más a los jóvenes (18 a 29 años) y a los hombres”
Hacia el futuro, la inflación, según este estudio, es la principal preocupación económica y eso sigue invariable respecto del principio de 2023. Asi como también crece la reducción de los ingresos, especialmente en los niveles socioeconómicos más bajos.
A su vez, las estrategias para ahorrar se vuelven más extremas respecto del sondeo anterior: “disminuye la estrategia de stockeo y de compra en promoción y crece el cambio de marca, el abandono de categorías y la priorización de los hijos”, explica Merlo.
En línea con esta observación, el financiamiento con tarjetas crece como estrategia , especialmente para los consumidores de mayores ingresos y el uso de ahorros se posiciona tercero, especialmente en los niveles socioeconómicos medios y mayores de 50 años.
Además, el ajuste del presupuesto claramente varia según las edades: entre los jóvenes (18 a 29 años) predomina la tendencia a ajustar el gasto en telefonía celular y servicio de internet. Ambas categorías crecen ocho puntos respecto de principio de año en este segmento demográfico.
“Los niveles socioeconómicos altos, por su parte, reducen el gasto en ocio, gimnasio y vestimenta, y recortan en mantenimiento del hogar, y gastos cotidianos como productos de limpieza y cosmética, telefonía celular, servicio de internet, y también salud y educación.
