"Está todo roto, hay anarquía, el blue no tiene precio: puede ser $ 730 u $ 800", apuntó un operador.
Cualquier precio es barato y la falta de confianza que genera un gobierno que parece haberse gastado en una sola mano la única carta fuerte que tenía.
Con inflación en alza, traslado pleno a precios, poca oferta de productos y billetes, más restricciones en los dólares financieros y una suba de tasas que ya parece haber quedado vieja, el blue es la válvula que transmite el ataque de pánico del mercado cuando faltan todavía diez eternas semanas para las elecciones de octubre.
El dólar blue no se frena: llegó a $ 780 y con las importaciones frenadas. Así como el triunfo contundente de Javier Milei en las PASO rompió todos los pronósticos de las encuestadoras, la escalada del dólar blue se despega de las proyecciones de los economistas. Nadie esperaba que Milei obtuviera el 31% de votos ni que el blue llegara $ 780 en menos de tres días.
Este miércoles 16 (/8/2023) el informal subió 50 pesos y cerró en $ 780, aunque por momentos llegó a tocar los $ 790. Así la brecha cambiaria se estiró a 123%.
Ahora, el blue acumula en solo tres ruedas un salto de 175 pesos, lo que representa un avance del 27%. Y ya nadie se anima a pronosticar cuál es su techo.
Pese al anzuelo con el que el Gobierno buscó bajar la demanda sobre el blue, subiendo la tasa de plazos fijos al 118% anual, la apuesta al billete verde se potencia con Milei reafirmando ante cada micrófono que encuentra su decisión de avanzar en una dolarización si finalmente accede a la Casa Rosada.
A la vez este overshooting se refuerza en un mercado que se achica cada vez más. Es que ante la falta de certezas, quienes tienen billetes tratan de guardarlos. Apenas venden los que deben pagar deudas y afrontar otro tipo de obligaciones.
Del lado del comprador, la demanda es prácticamente infinita: solo encuentra tope en los raídos bolsillos de los argentinos.
En un mercado chico y al borde de un ataque de pánico, el blue llegó a tocar $ 790 esta mañana, aunque fueron muy pocas las operaciones a ese precio, con un volumen que está muy por debajo de los US$ 5 millones diarios que, según estimaciones del mercado, se mueven en las cuevas.
"Está todo roto, hay anarquía, el blue no tiene precio: puede ser $ 730 u $ 800", apuntó un operador. Así, el blue se mueve entre las expectativas dolarizadoras que llevan a pensar que cualquier precio es barato y la falta de confianza que genera un gobierno que parece haberse gastado en una sola mano la única carta fuerte que tenía.
Hace un mes en el encuentro Democracia y Desarrollo organizado por Clarin en el MALBA, economistas de distintas vertientes coincidieron en que devaluar sin un plan no tenía sentido.
“Devaluar sin unificar el mercado cambiario y sin liberalizarlo no sirve para nada puede producir un ‘Rodrigazo’. El tema de la secuencias de las medidas que hay que tomar es fundamental”, alertó el ex ministro Domingo Cavallo. En la misma línea se pronunciaron Jorge Remes Lenicov y Alfonso Prat-Gay.
Pero urgido por las condiciones que puso el Fondo Monetario para garantizar el desembolso de US$ 7.500 millones, Sergio Massa jugó la carta devaluadora sin presentar una estrategia creíble.
Además, el Gobierno dejó trascender -sin que haya existido ninguna comunicación oficial- que la cotización de $ 350 en el mayorista se mantendría hasta octubre.
Pero el mercado ya no cree en estas promesas, por lo que el Gobierno tuvo que aplicar nuevas restricciones para el monto máximo que se puede operar con los dólares financieros en bonos.
En este contexto, el blue se despega de los dólares financieros. Tradicionalmente se movía a mitad de camino entre la cotización del MEP -hoy en $ 661 y el contado con liqui, que se negocia a $ 714-.
Hoy el MEP llegó a rozar los $ 700, pero al mediodía se retrajo merced a la intervención oficial. En la previa a las PASO, el equipo económico venía volcando US$ 100 millones diarios para frenar al MEP. Y aquí surge la otra duda del mercado: ¿cuánto margen -o divisas - le quedan al Gobierno para seguir interviniendo en el MEP?
Aunque lleguen los dólares prometidos por el FMI, ese monto de US$ 7.500 millones se destinará casi totalmente a repagar deudas, por lo que las reservas seguirán casi tan escuálidas como hoy.
De todos modos, el Banco Central buscó sacar pecho en medio de la adversidad. Este miércoles no solo logró comprar US$ 117 millones en el Mercado Unico y Libre de Cambios, sino que sacó un comunicado en el que detalla que "en la semana acumula US$ 463 millones y en agosto ya supera los US$ 600 millones".
"La acumulación de reservas del BCRA alcanza a US$ 1.512 millones desde el lanzamiento del programa de fomento a las exportaciones el 24 de julio próximo pasado", menciona en relación al dólar agro 4.
De este modo, el promedio diario de compra de agosto subió a US$ 50 millones, "muy por encima del anterior registro de mayo, de US$ 42 millones diarios, cuando estuvo vigente el plan de promoción de exportaciones".
Lo que el Central no menciona es que estas compras se dan en medio de una parálisis casi total de las importaciones, con los despachos oficiales frenando las autorizaciones de los permisos y sin dar fechas ciertas de pago.
Con inflación en alza, traslado pleno a precios, poca oferta de productos y billetes, más restricciones en los dólares financieros y una suba de tasas que ya parece haber quedado vieja, el blue es la válvula que transmite el ataque de pánico del mercado cuando faltan todavía diez eternas semanas para las elecciones de octubre.