'EL DEDO EN LA LLAGA' (L a V, 12hs)

HISTORIA DE UNA FOTO. El ‘Rápido’ cada vez más lento

Como si se rememorara aquel párrafo de la canción de Sabina que cita las horas, fue a las 7:27 del martes 18 de julio (2023) en que ingresó a la plataforma de la terminal de ómnibus de Federal el micro 4722 de la empresa ‘Rápido Tata’, después de 10 horas 9 minutos de haber salido de la terminal de ómnibus de Retiro (Capital Federal-Buenos Aires) el lunes 17/07/2023, a las 21:15.

Como el dólar por estos días, el colectivo que une Buenos Aires con Federal batió un nuevo récord en el tiempo de recorrido entre el lunes 17 y el martes 18 de julio (2023). El sábado 17 de junio (2023) un micro -alquilado- de la empresa ‘Rápido Tata’ arribó a Federal después de 8 horas 40 minutos proveniente de Capital Federal. O sea que, treinta y un días y 7 horas 24 minutos después que un mes atrás demoró 1 hora 29 minutos más.

Fue una noche larga para los pasajeros del micro chapa en que predominaba el color amarillo. El ‘dormitorio’, en esta oportunidad ‘Calidad Semi-cama’ como se imprimió en el boleto, tuvo un costo de $10.650,00-, unos 2 mil pesos más que en el mes de junio pasado y más de 3 mil pesos que el monto abonado por el mismo pasaje en el mes de mayo; como para que «la música» esté en consonancia con el índice de inflación.

A los viajeros del ‘Rápido Tata’ el amanecer los despertó con los ojos abiertos. A las 6 del martes 18 el micro del ‘Rápido’ todavía estaba en Bovril; aún faltaban recorrer 87 kilómetros hasta Federal, trayecto que demandó 1 hora y 27 minutos.

Para esa hora de la mañana, ya la ciudad tenía las panaderías -y oficinas públicas- abiertas, adonde los clientes iban llegando, al mismo tiempo en que los pasajeros comenzaban a descender del colectivo de cuyo interior las luces se confundían con la claridad del cielo.

El viaje terminó; duró el tiempo del número de una década.

Los pasajeros buscaban rostros conocidos entre quienes esperaban, cuya espera sumaba 92 minutos de acuerdo a la hora de arribo estimado (5:55).

La cantidad de horas que demandó el viaje anterior fue en el otoño pasado; el último viaje, en el mes de julio, tardó como si fuera lo que dura un crudo invierno.

Los pasajeros del ‘Rápido Tata’, todas las veces que viajan, parafrasean a Sabina, tarareando algo así como, parecería que el destino me quisiera gastar una broma macabra, sé que no lo soñé, el viaje fue entre la noche del día anterior y la mañana del día siguiente, y al llegar, el desconcierto, porque se hicieron las 6, las 7, y terminaron siendo más de 10.  


REPORTAJE GRÁFICO






  

FOTO NOTICIA - VIDA COTIDIANA

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PUESTA EN VALOR DEL EDIFICIO DE LA EX ESTACIÓN FERROVIARIA

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