Duras críticas al Estado por la falta de obras, tras la muerte de un productor de Entre Ríos arrastrado por el agua
Don Cristóbal es una pequeña localidad ubicada entre Nogoyá y Paraná, a la que intentaba llegar Javier Vignole, para buscar a su hija que tiene régimen pupilo en una escuela del lugar.
Llegando el fin de semana largo, con 44 años, era su turno de ir a buscar también a otros chicos que asisten a la institución agrotécnica, circulando por lo que se conoce como la “calzada de los Bayona”, hacia el este de la Ruta 12 desde la localidad de General Ramírez, debiendo obligatoriamente cruzar un canal para terminar de recorrer ocho kilómetros, eludiendo un recorrido de 30 kilómetros por barro que era la otra alternativa.
“A pesar de tres años de sequía y de pedidos reiterados para acelerar obras pendientes en hidráulica de la zona, no hubo interés en concretarlo y ahora las consecuencias son trágicas”, reveló la periodista Elida Thiery. Esto mismo se vio también en provincias como Santa Fe, con canales secundarios y principales que al no tener ni el más mínimo mantenimiento, generaron anegamientos en zonas rurales y también en campos de las principales zonas productivas, afectando a regiones ganaderas y agrícolas por igual. La lluvia tan ansiada terminó golpeando de manera contradictoria.
Según comentan productores agropecuarios que colaboraron desde el miércoles a última hora en la búsqueda, el agua y su corriente terminaron enroscando a la camioneta 4×4 y la arrastraron, hundiéndola e impidiendo que sea encontrada hasta la mañana de hoy. Personal policial debió ser asistido con dos tractores para poder removerla del lugar y evitar que con la continuidad de la tormenta se vuelva a desplazar, dejándola en un campo lindero.
El cuerpo de Vignole fue encontrado en el asiento trasero del vehículo, con lo que se interpreta que intentaba salir por la puerta trasera ya que estaba agarrado de una de las manijas.
“No hay obras, porque todas se llevan a Paraná y a la Costa del Uruguay. Dentro de Entre Ríos somos los paria de la provincia, porque no tenemos ni caminos, ni alcantarillas, no hay nada, por eso ocurren estas cosas”, dijo un productor que lo conocía desde muy chico, lamentando la pérdida pero sabiendo que el riesgo de repetirse la situación sigue de forma constante.
Según explican, en la zona los arroyos son muy caudalosos, suben rápidamente ante lluvias copiosas como las de las últimas horas y ese es el motivo por el que el reclamo de obras se hace de forma constante y de igual modo se ignora desde los espacios políticos.
Fuente: Bichos de Campo
TEMPORAL, MUERTE Y LA HISTORIA DE SIEMPRE. El reciente temporal que azotó Entre Ríos se llevó consigo la vida de un productor del departamento Nogoyá que intentó vadear un camino anegado y fue arrastrado por la correntada cuando iba a buscar a su hija a la escuela.
Esta trágica situación deja una repetida postal de los días de lluvia: caminos inundados, puentes sobrepasados por el agua y correntías por encima de las calzadas que marcan la ausencia de obras por parte de Vialidad Provincial, ya que los caminos rurales se transforman en cada temporal en una trampa mortal que amenaza la vida de vecinos y productores.
Una vez más, la inacción, la ausencia de inversiones y el desprecio por la vida queda patentizada de la peor manera. Hoy le tocó a un productor, pero en esta ruleta rusa de obras invisibles que ponen en riesgo a la sociedad toda, mañana le puede tocar a cualquiera. No se trata de campo o ciudad, se trata de una burocracia política que se fagocita los recursos del Estado. La corrupción mata. Y hoy asistimos a otro ejemplo de ello.
Desde la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (FARER) han sido infinitas las muestras de buena voluntad para con el gobierno y en particular con Vialidad. Hemos asistido a decenas de reuniones, intentamos conformar equipos para diagramar estratégicamente las obras prioritarias, entre tantas acciones más. Lamentablemente, todo ha caído en saco roto.
Tengamos en cuenta que ni la sequía de tres años -escenario inmejorable para realizar las obras- pudo hacer que ni tímidamente emergieran el compromiso, la gestión, la previsión, la inversión y mucho menos empatía por parte de los funcionarios.
Lo más triste de todo es que esta nueva muerte provocada por la ausencia del Estado estará algunos días en las portadas de los medios, pero prontamente pasará a ser parte del paisaje. Nada cambiará en lo inmediato. Será otra vida perdida en vano en el marco de un gobierno que no ha hecho, no se hace y no se hará cargo de nada.
FEDERACIÓN DE ASOCIACIONES RURALES DE ENTRE RÍOS (FARER)
