'EL DEDO EN LA LLAGA' (L a V, 12hs)

Quien asume como jefe de Policía de Federal no tiene resultados eficientes de gestión

Un adiós y un hasta nunca a la peor gestión policial -textual-. Llegó para hacer historia, pero no quedará en los buenos recuerdos. La jefa de Policía, Miriam Cabello del Campo, asumió haciendo historia como la primera mujer en hacerse cargo de la Jefatura de Policía de San Salvador pero no quedará en la historia como la mejor gestión policial.




*Por Nelson Lalanda
Editor responsable de MN 

La funcionaria tomó su cargo en febrero del 2020, y un mes después inicio la pandemia que encerró a gran parte de la población en un largo letargo, lleno de prohibiciones y de enseñanzas de cómo se debía uno lavar las manos.
Que paradoja. El lavado de manos fue un pilar de esta gestión policial que no estuvo a la altura de las circunstancias
para ser parte de la historia solo lo es por una cuestión de género y nada más.

Con la pandemia crecieron las quejas por el destrato y a veces maltrato policial al que eran sometidos los ciudadanos. Donde con un megáfono te mandaban a tu casa y te amenazaban con acciones judiciales federales por atentar contra la salud. Pero, bien sabían hacer la vista gorda a otras situaciones, como fiestas clandestinas de carácter privado que se sabía que se desarrollaban en la ciudad y que una nota periodística de Noticias y Hechos reveló que podría tratarse de un hecho de connivencia entre la Policía y un vecino, que había organizado una fiesta privada en un galpón de la ruta 18, dónde efectivos policiales llegaron al lugar e hicieron la vista gorda. ¿Hubo coima en el medio? Fue lo que muchos nos preguntamos.

Y de allí, la ofensa de la jefa con ese medio. Y también con este periodista que en sus redes se preguntó si la Policía recibía coimas. A partir de allí, la señora cortó el teléfono y nunca más recibió una requisitoria de quien escribe.
En medio de esa situación se tejía una interna con su subjefe, Emilio Piaggio, que estaba de turno esa noche de la famosa fiesta clandestina y al parecer las culpas fueron dirigidas hacia él.

Interna que terminó con Piaggio fuera de la Jefatura de Policía cuando en situaciones poco claras, perdió su pistola y con ella, todo el respeto. Un papelón del cual nadie se olvida. Se habló de situaciones non sanctas, pero también se habló de una venganza de su jefa. Así se fue Piaggio sin su pistola y sin pena ni gloria.
En su lugar, en febrero del 2021, asumía Mario Orrego, a quien en esa oportunidad se le preguntó cómo sería la relación con la prensa. Dijo que pensaba en tener una buena relación y que no ocultaría información.
Al poco tiempo creó un grupo de WhatsApp paralelo al ya existente para dar a conocer la información a los medios. Al tiempo, la jefa de Policía afirmó que no enviaría más la gacetilla de prensa porque no tenía tiempo y que en su lugar lo haría la Secretaría. Con el correr de los meses, ninguno de los dos grupos informó más nada. Al parecer, no había delitos en San Salvador. Pero sí los había, lo que no había era resolución.

Dinamitar relaciones 

En otro momento de la historia de Cabello del Campo en sus dos interminables años de gestión, cuando ocurrieron los hechos de las pintadas en el Colegio Francisco Ramírez, a nuestro medio, se le vendió "pescado podrido" y lamentablemente en ese momento caimos en el error de publicar una noticia dónde los datos eran falsos. Y la fuente no era nada más ni nada menos que la propia jefa de Policía. Desde ese momento, y como lo manifestamos, MERCURIO NOTICIAS, decidió no realizarle nunca más una entrevista a esta señora porque la consideramos como una fuente no confiable.

Pero la relación con parte del periodismo -el que hace periodismo en serio-, no fueron los únicos puentes que supo dinamitar. Así como terminó en pésimas relaciones con su subjefe, también se recuerda un entredicho con el intendente Lucas Larrarte cuando la señora dijo en FM Imágenes que las cámaras de seguridad no funcionaban. Esa misma mañana, el móvil de MERCURIO HD le consultó al jefe comunal sobre los dichos de Cabello del Campo, desmintiéndolos rotundamente y que la misma jefa le había dicho a él que las cámaras funcionaban. Acto seguido, al terminar el móvil, Larrarte se comunicó con ella para pedirle explicaciones y ella le dijo que no dijo lo que había dicho. ¡Y que quedó grabado!
Ese doble discurso, esa doble cara, llevó a que Cabello del Campo dinamite todas las relaciones institucionales en la ciudad, tanto con la prensa o parte de ella como con las fuerzas vivas o parte de ellas.
Para muestra un botón. No le interesaba participar de actos públicos. Por ejemplo, para los actos de colación dónde había sido invitada siempre mandó a segundas y terceras líneas.

La última gota  

Hacia fin del año pasado MERCURIO NOTICIAS publicó un informe donde nos preguntamos quién le metía la mano en los bolsillos a los policías, puesto que le quitaban el 80 por ciento de los adicionales de las fiestas de fin de año a quienes prestaban el servicio. Ese dinero se quedaba para la Jefatura y supuestamente se reinvertía en material para el bienestar de la tropa. Pero los propios policías afirmaban que ni siquiera les llegaba un par de borcegos por esa colaboración.
La noticia provocó una sacudida en la Jefatura, que la propia jefa, furiosa, mandó a realizar un sumario para investigar a todos los que integraban un grupo de WhatsApp de los adicionales e inmediatamente mandó a comprar utensilios de cocina para justificar esa quita a los efectivos policiales. Entre ollas y cacerolas, quiso tapar el escándalo.
Por suerte, esta historia de una gestión intrascendente finalizará este martes a las 11.00 cuando asuma Cristian Medrano en la Jefatura local; lamentáblemente nos seguirá quedando Orrego como parte de la vieja historia.

A Miriam Cabello del Campo la mejor de las suertes en Federal, donde le tocará como nuevo destino. Y lo que es a San Salvador que sea un adiós y un hasta nunca.