CONSUMO / Referentes del mercado local señalan que esta disposición terminará afectando nuevamente a los productores y también en alguna medida a los consumidores del mercado interno.
Los frigoríficos exportadores, al no poder vender esos siete cortes al exterior y volcarlos al mercado interno, "obligan al resto de los frigoríficos a tener que venderlos al mismo precio que venden ellos".
Contribuir a generar un equilibrio entre el mercado argentino y la exportación de productos cárnicos” es uno de los objetivos que persigue el gobierno nacional al implementar la suspensión hasta el 31 de diciembre de 2023 de cortes de carne de consumo masivo, que serán reservados de este modo para el mercado local. Entre ellos se cuentan el asado con o sin hueso, la falda, el matambre, la tapa de asado, la nalga, la paleta y el vacío.
Del mismo modo, se suspende la exportación de las reses enteras, medias reses, cuarto delantero con hueso, cuarto trasero con hueso, medias reses incompletas con hueso y cuartos delanteros incompletos con hueso.
También, según expresaron desde el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, se procura con esta iniciativa fomentar el “agregado de valor” en la cadena dentro del país, promocionando la producción y el empleo; y otorgar “más previsibilidad y confianza al sector, garantizando la producción, la exportación y el consumo”. No obstante, referentes del mercado local señalan que esta disposición terminará afectando nuevamente a los productores y también en alguna medida a los consumidores del mercado interno.
Emilio Reula, uno de los representantes del frigorífico La Esperanza, de General Ramírez, evaluó cómo podría impactar este medida en la actividad: “Somos productores de hacienda por un lado; y a su vez tenemos el frigorífico, que si bien no es de exportación, sino de consumo interno, no estamos ajenos a las repercusiones que tendrá esta nueva interrupción en las importaciones, en el sentido de que los frigoríficos exportadores, al no poder vender esos siete cortes al exterior y volcarlos al mercado interno, nos obligan a nosotros a tener que venderlos al mismo precio que venden ellos”.