
Enterados del obrar de la intendente Marina Cantero, los pobladores de Bernardi reaccionaron disgustados y decidieron salir a la calle -en cuarentena- para manifestarse a través de un "cacerolazo", que resultó estruendoso para la tranquilidad pueblerina.
Los vecinos, hicieron hincapié en, "por qué el recorte tiene que ser con los que menos tienen", al referirse a que se redujo en un 50% el salario de empleados, pero sin embargo, los funcionarios políticos cobraron el monto de sus salarios regulares.
En la semana, los concejales recibieron planteos de ciudadanos que proponían el "recorte" sea equitativo, a la vez que advertían la intención de quienes administran el municipio.
Los perjudicados por la medida, se involucraron y motivaron la protesta con la intención de transparentar la situación, que subrayaron, es injusta.