(De la Redacción de Entre Ríos Ahora.). Fabiana Trevisan vive en Sauce de Luna. Es docente y trabaja todos los días de la semana en Federal. De modo que Fabiana tiene que viajar todos los días: 100 kilómetros entre ida y vuelta. De su casa a la escuela. De la escuela a su casa.
Entre Sauce de Luna y Federal, 10o kilómetros entre el viaje de ida y el de vuelta, Fabiana hace el viaje a dedo. Es un modo que han encontrado los docentes de toda la provincia de achicar costos cuando el sueldo no alcanza para mucho.
La historia de Fabiana no es singular, ni única.
Hay muchas Fabianas en las rutas de Entre Ríos, viajando de casa a la escuela, de la escuela a casa, con el mismo método: a dedo.
Fabiana Trevisán viaja 50 kilómetros de ida, y otros 50 kilómetros de vuelta, y por ese traslado el Estado le paga una compensación, que no supera los $1.700 por mes.
A finales de 2015, César Pibernus, aficionado a la fotografía, secretario de organización de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer) empezó a retratar a las maestras que hacen dedo.
La primera vez encontró a tres docentes, entre ellas, recuerda, Betiana Sírtori, un lunes cuando todavía no había empezado a clarear. Era de noche y las tres maestras estaban en la ruta, haciendo dedo.
Captó la imagen de las tres mujeres, en penumbras, en medio de la nada, y subió esas fotos a Facebook.
Lo que ocurrió fue una instantánea viralización.
Después, fueron agregándose más protagonistas en la ruta, con historias parecidas, con similar modus operandi: maestras que van de una ciudad a otra a dedo.
Pibernus viaja cada semana entre Chajarí y Paraná, y viceversa.
De modo que en ese trayecto, suele encontrarse docentes.
“Me pareció una estrategia muy efectiva para reclamar ante el Gobierno”, explica Pibernus.
A comienzos del año escolar 2017, volvió a lo mismo. Imágenes de maestras en la ruta, viajando a dedo, y le pareció que era una imagen potente para el reclamo: el sueldo no alcanza. Se viaja a dedo.
“Este año pegó más”, recuerda.
Quizá la docente que más se conozca por viajar a dedo sea la vialense Yohana Fucks. Pero son muchas más las maestras y los maestros que hacen dedo para ir a trabajar.
No siempre, casi nunca, el adicional por traslado que cobran les alcanza a cubrir todos los gastos de transporte.
La imagen de Fabiana, la última historia que Pibernus captó en la ruta, se viralizó en las redes con este texto: “La compañera llega a Federal, luego de haber hecho dedo como todos los días. No es un `inconveniente´, es un problema que los gobiernos han transformado en `estructural´ y que engorda la misma agenda en la que están los salarios atrasados, las horrorosas liquidaciones, los descuentos por paro, los problema de infraestructura, de transporte de estudiantes, de partidas para comedores y limpieza, los laberintos administrativos… De camino nos preguntó si llovía en Paraná, estaba preocupada por docentes y alumnos que visitaban Tecnópolis. Aquí, otra compañera que ejerce la docencia en esas inaceptables -pero reales- condiciones. Con todo y a pesar de todo, hoy es viernes también para ella. Arriba los que luchan!”.