'EL DEDO EN LA LLAGA' (L a V, 12hs)

«Whatsappeemos...; el camino está mal»


 «Whatsappeemos...» invitó a comunicarnos una mujer interesada. De eso se trata por estos días, de transmitir mensajes, fotos, a través de Whatsapp. Es lo que hicieron vecinos de Colonia San Lorenzo para documentar el estado de los caminos en el distrito del Departamento Federal.

Quienes residen en la zona rural de Federal, se ocuparon de fotografiar los caminos, intransitables. Adjuntaron comentarios tales como, «las alcantarillas están todas tapadas»; «los desagües están tapados»; «no llueve en cantidad desde hace días; han tenido tiempo más que suficiente para arreglar los caminos».

Asimismo recordaron lo que declaró el actual jefe de la Zonal II de la Dirección Provincial de Vialidad, Javier Poos, cuando asumió: «Dijo que la principal crítica era a la anterior gestión, la de Gálvez; reconoció que los que viven en el campo le decían ‘hace dos años que no pasa una máquina’...». Asimismo, observaron, «tampoco ahora, desde hace meses no pasa una máquina».

El reclamo de los productores, chacareros, fue transmitido a los dirigentes rurales, que reunidos en las entidades que los nuclean, concluyeron en que «es lento el trabajo de recuperación que ha llevado adelante Vialidad Provincial. Hay zonas donde todavía la repartición no ha ingresado; en tanto muchas reparaciones son parciales».

Antes de las lluvias registradas el lunes 4 (6 milímetros) y martes 5/7/16 (18 milímetros), la queja se repitió incesantemente; provino de Colonia Federal, Colonia San Lorenzo, Conscripto Bernardi, Colonia Santa Lucía, Nueva Vizcaya.

A la falta de mantenimiento de la mayoría de los trazados que conforman la jurisdicción del Departamento, se agrega la calidad de los materiales que se depositan cuando -«de tanto en tanto»-se ejecutan las reconstrucciones. En particular, la crítica radica en el ripio que se arroja, el cual no es rocoso, sino por el contrario se caracteriza por ser tierra colorada, el que cuando «caen dos gotas» se convierte en una lodazal. 

Ya no hay gota que rebalse el vaso; los pobladores de la zona rural están resignados. A veces aislados, recuerdan aquello de «todo tiempo pasado fue mejor». Aseveran, «antes repasaban los caminos de tierra, construían alcantarillas...».
Cuando pareciera que el suelo está seco, intentan cruzar los pantanos; más de una vez se hunden en el terreno.
Pretenden dejar la geografía del descampado para llegar a la zona urbana, o indistinto, ir de la ciudad al campo.
En más de una ocasión están incomunicados, vía terrestre y por falta de señal telefónica.
Tampoco la tecnología acompaña, aunque a veces pueden documentar lo que padecen «Whatsappeeando...; ‘el camino está mal’».