"Yo voy al Festival porque me gusta el ambiente; te encontrás con amigos, te hacés amigos de desconocidos", comentaba en una charla informal un vecino. La esposa expresaba lo contrario: "Ojalá que llueva. No me gusta esa música; el ambiente. No digo que traigan al Chaqueño, o a esta chica Soledad, pero que contraten a Los Tekis…".
Como siempre, las opiniones más diversas se escucharon en los días del Festival. Los últimos comentarios de prácticamente idéntico tenor se propagaron en el marco de la 39º edición que culminó en la madrugada del lunes 10 de febrero.
No llovió, en Federal –estaba pronosticado para los tres días del segundo fin de semana de febrero-. Las precipitaciones se registraron en varias localidades de la provincia. El antecedente de la lluvia más próxima al Festival fue el martes 4: se acumularon 100 milímetros en la ciudad de Federal.
El ruego de la mayoría para que no lloviera primó sobre los agoreros.
Desde el jueves –cuando se reanudaron las Bailantas- los chamameceros se encontraron en la ex cancha ‘Unión’. Bailaron, gritaron infinitos sapukay, bebieron…
Quienes discrepan con los organizadores insisten en que se contrate a… “Soledad, Los Nocheros…”. El debate de siempre que agrega otro parecer “pero como van a contratar a esos si este es un festival de chamamé”; sin entrar en el detalle del presupuesto desproporcionado que demanda pagarles a los artistas mediáticos, para lo que como otros festivales, se tiene el apoyo de los gobiernos centrales.
Profundizando la discusión al respecto entre los disidentes, se pronuncian ‘los entendidos’: “Por un capricho -no es tal, en todo caso es en respuesta al comportamiento que tuviera oportunamente para con los organizadores el músico- no lo contratan a Miguel Figueroa, que es más que Monchito Merlo”. Quien lo dijo, reconoció luego de la actuación de Monchito Merlo en la primera jornada del Festival 2014, “me taparon la boca…”. Monchito, el ídolo indiscutido del pueblo chamamecero en Federal, fue, una vez más, ovacionado!. En el transcurso de su actuación, en la que se homenajeó a Carlos Schaffer por intermedio de Jonathan Panozzo Zénere quien le compuso una canción, el público se enfervorizó, se emocionó.
Monchito tocaba y la pista ‘Tarragó Ros’ desbordaba.
La admisión de una de las tantas voces disidentes sobre la decisión de los organizadores en contratar a un músico en lugar de otro, se ensambla con aquello de que “nunca se podrá conformar a todos”, a pesar de lo cual, siempre es rebatible la discrepancia con el convencimiento de la elección.
Los que ‘conocen del tema’ coincidieron en que la cartelera del Festival 2014 “fue una de las mejores, por la capacidad interpretativa de los músicos”.
Para los que ‘tocan de oído’, la referencia al nombre de Damián Ibañez, rebota como una pelota contra un frontón: “Quién es ese?”. El músico desparramó talento en cada abrir y cerrar de los pliegues de su acordeón verdulera.
El análisis de la actuación de todos los músicos que actuaron en la 39º edición, abarcaría interminables líneas. Para aseverar que “el Festival está más allá de los nombres mediáticos”, cabe citar la actuación de Alexis Gómez Piacenza -“el hijo de Uco”-. Un músico desconocido para los neófitos, que dejó de ser tal, para establecer una relación de comunión entre las partes, de la misma forma que en el baile popular el desconocido se abrazó con el conocido como si se conocieran de toda la vida.
(Texto y fotos Daniel Cristina)
(Texto y fotos Daniel Cristina)