Federal, querido Federal, soy Walter Marcelo Márquez; desde hace un tiempo que no vivo en la ciudad y cada vez que regreso la encuentro más linda y creciendo. Pero no es el motivo por el cual me dirijo a ustedes, el tema en cuestión es que he estado leyendo estos días los comentarios que se han hecho hacia Roberto Tolosa. La realidad es que no voy a defender lo indefendible y menos ponerme a favor de Tolosa; sólo quiero que sepan la realidad que he vivido con Tolosa el tiempo en el cual he sido miembro de la congregación que él ha tenido a cargo.
La historia es algo así para que lo entiendan mejor: El señor Tolosa vino a Federal en el año 2000 o 2001 no lo recuerdo bien, pero vino lleno de proyectos y con una buena intención (...eso nos hizo creer). Un tiempo después él, realizó una artimaña para quedarse con la administración económica de la congregación, pero como en aquel entonces yo era adolecente, las cosas me parecieron bien por que estaba lleno de ideales y compromiso con la congragación. Unos años después, empezó con el proyecto del jardín (que actualmente funciona), y de agrandar el templo. Se pidió un crédito a una entidad, y los planos para la obra fueron hechos por un arquitecto. Cuando el dinero para la obra fue otorgado, él alegó que el arquitecto se había equivocado y que al hacer el cálculo le erró por más de 100 varillas (cosa que de ser verdad hay que quitarle la licencia urgente al arquitecto). Pero la realidad es que ese cálculo no era errado; él se tragó parte del dinero; como él controlaba el dinero, hacía lo que quería.
Tiempo después, él me recomendó ir al seminario teológico bautista a estudiar junto con otros dos jóvenes de la congregación; uno era el hijo mayor, (el cual era soltero y sin hijos cuando se fue de Federal). Durante el primer año en el seminario, tuve un inconveniente, y necesité el apoyo de él como pastor, cosa que no me negó, pero a la hora de apoyarme realmente, se lavó las manos (tengo el email que mandó en el año 2004, diciendo que era un desastre y que él no me apoyaba por que yo era un descontrol).
Un tiempo después (dos años más o menos), cuando a él se lo acusa de tener relaciones con una feligresa, en vez de dar la cara y decir, "quién, cómo, o si alguien tiene pruebas al respecto", decide enviarle cartas a los hermanos que él creyó que eran los responsables del asunto (cartas que leí, y la verdad la falta de ética y moral al tocar asuntos privados de las personas en las cartas fue terrible, cosas que como pastor debió callar, habló). En las cartas se le decía a las personas que iban a ser puestas en un comité de disciplina por un tiempo, ese comité era dirigido por él, ya que el 80% de la congregación, estaba bajo disciplina. La verdadera intención de las cartas era sacarse de encima la gente que le molestaba.
Poco a poco la gente que quedaba en la congregación se fue yendo por las irregularidades de Tolosa en la administración de la iglesia.
De a poco la congregación mermó y él se quedó sólo en un casa usurpada (que gracias a Dios y a la fuerza policial desalojó) y el terreno del templo, (que no le pertenece por que es de la ceba).
Ustedes me preguntarán cómo me cayó todo esto a 600 km, de distancia; mal, muy mal, todo mi mundo (la iglesia de Federal) se desmoronaba de a poco, la gente en la que había puesto mi confianza, me dejaba solo cuando lo necesité, la iglesia que yo conocí y dejé para estudiar tenía casi 100 miembros y al volver eran sólo 4 o 5. A la distancia y solo, estas cosas caen muy mal.
Y ustedes se preguntan cómo es que no nos dimos cuenta de que el se robaba las cosas o que manejaba todo a su gusto y placer?; la respuesta es sí, algunos nos dimos cuenta y el nos dejó de lado e incluso nos borró de la lista de miembros para que no le molestáramos más.
La realidad que esto es como un cáncer que crece de a poco; nos dimos cuenta cuando el daño era irreversible.
Sé que esto le va a caer mal a más de uno, y que dirán que no es verdad lo que digo, pero la realidad es que no cuento todo lo que sé, más de lo que se imaginan.
Y para lo que quieren nombres, acá está uno que dá la cara y cuenta a la distancia lo que vivió y no quiere volver a vivir. Roberto Kalala Tolosa, como dice la publicidad de ‘Coto’, "yo te conozco", y eras amigo de Felipe, y usted y tu familia viajaban con los pasajes de la Municipalidad de Federal a Buenos Aires, eso es verdad.
Sin más, atentamente, Marcelo Márquez.