Fabián Reato
15 de noviembre de 2022
Se llamaba Víctor, le decían Chicha, tenía 8 años y murió en medio de la basura en el Volcadero de Paraná, aplastado por un camión municipal. En los medios se trató esa noticia como si fuese un accidente de tránsito, una fatalidad, una tragedia. Los pocos que hablaron dijeron que “nadie tuvo la culpa”, no sea que los culpen a ellos. El resto no dijo nada: ni el intendente, ni los concejales, ni los funcionarios, ni los dirigentes sociales. Ni el oficialismo ni la oposición. No fue un accidente ni una tragedia, es la pobreza extrema, la desidia, el abandono, el que a nadie le importa. Por todo eso pasó y seguirá pasando.
Tenía 8 años, buscaba comida y lo mató el camión de la basura
Víctor Barreto, junto a otros chicos, esperaba al vehículo con alimentos desechados por restaurantes.
Junto a otros chicos, Víctor Barreto esperaba en Volcadero, un basural de Paraná, la llegada del camión recolector con los alimentos desechados por los restaurantes. Era común verlo por allí, cerca de donde vivía con su mamá.
Cuando el camión llegó, Víctor corrió hacia él, se colgó del vehículo e intentó treparse antes de que entrara al predio, para ganar tiempo. Pero en una maniobra perdió el equilibrio y cayó bajo las ruedas. Murió en el acto.
Un trágico hecho conmueve a la ciudad de Paraná, Entre Ríos, donde un niño de 8 años murió al ser atropellado por un camión de residuos mientras buscaba comida en un basural de esa capital provincial.
El episodio ocurrió durante la tarde del domingo en las inmediaciones de “Volcadero”, el predio donde se tira la mayor parte de los desechos provenientes de los barrios del distrito ubicado a pocas cuadras de donde la víctima, identificada como Víctor “Chicha” Sebastián Barreto, vivía junto a su madre.
En ese lugar Víctor se encontraba junto a un grupo de otros niños esperando la llegada del vehículo municipal que esperaban que trajera restos de comida de los restaurantes del centro comercial de Paraná.
El camión llegó al lugar pasadas las 19 y, según relataron testigos, el nene fue corriendo hacia él, se colgó del vehículo e intentó treparse antes de que ingresara para hacer todo más rápido.
“Para ganar tiempo, lo esperan dos o tres cuadras antes para poder subirse al camión y agarrar lo que trae”, explicó a TN Sandra Villalba, fundadora de la organización “Mensajeros de Francisco” y una de las personas que trabaja con los chicos de la zona.
Eran unos pocos metros por calle de tierra, pero en el camino el vehículo pasó por un pozo que desestabilizó al nene e hizo que este se cayera al suelo y debajo de las ruedas.
Víctor murió en el acto: los testimonios relataron que el conductor del camión siguió su marcha sin darse cuenta del accidente y no frenó hasta que fue alertado por los gritos.
Cuando se detuvo el camión, las personas que se encontraban en el lugar quisieron asistir al niño rápidamente, pero ya no tenía signos vitales.
Al respecto, Villalba señaló: “Es una tragedia tan triste. Dicen que Víctor estaba jugando, pero no. Él siempre esperaba a los camiones que traían los residuos de los locales de comidas rápidas”.
Tras el incidente, llegó al lugar personal de la Comisaría 5° de la ciudad y el fiscal de turno de Delitos Complejos, Leandro Dato, quien ordenó que se le hicieran controles al conductor del camión.
Tanto él como el hombre que iba de acompañante se pusieron a disposición de la Justicia para realizar los procedimientos habituales.
Cuando finalizaron las tareas de los investigadores en el lugar del hecho, trasladaron el cuerpo del nene a la ciudad de Oro Verde -ubicado a 5 kilómetros al sur de Paraná- para realizarle la autopsia y constatar las causas de su muerte. La familia lo despidió durante la tarde de ayer e informó que el niño fue llevado al cementerio municipal de Paraná.
La escuela a la que asistía Víctor suspendió las clases.
Por otra parte, testigos señalaron a TN que el hecho desencadenó una disputa en la familia de Barreto que se acercaron al basural poco después del accidente y responsabilizaron a la mamá de la víctima por “descuidarlo”.
Según aseguraron, le reclamaron que “nunca estaba para cuidarlo”. Fue en el marco de un tenso episodio en el que debió intervenir la policía.
Además, ayer un grupo de madres del barrio donde sucedió la muerte de Víctor se reunió a modo de protesta para reclamarle a la municipalidad que habiliten un espacio para que los chicos “dejen de andar en la basura y se eviten más tragedias”.
