El dinero que se robaron es el que falta, por caso, para comprar un termotanque para la Escuela Agrotécnica
«Naturalizamos las falencias. Es un tema ese», admite María Alejandra Gómez, secretaria general de la seccional Federal de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer). Las escuelas del norte de Entre Ríos tienen falencias, y esas falencias a veces se resuelven con voluntarismo, con mucho empeño, con trabajo a contraturno, o se ata con alambre.
Ahora es el caso de la Escuela Agrotécnica Nº 2 Florencio Molina Campos, ubicada a 1 kilómetro de Federal, que tiene una población de 500 alumnos, que pasan en el predio escolar casi todo el día: desayunan, aprende, almuerzan, sigue con la actividad escolar, y meriendan. Luego, vuelven a casa. Allí se estudia en las condiciones que se puede, no siempre, claro, con la dignidad que estudiantes y docentes merecen.
«Le faltan aulas a la escuelas. Tienen algunas aulas que debieron dividirse con Durlock, y también tiene aulas móviles. Ahora están a la espera de otras aulas móviles, pero no llegan. Entonces, ante eso, se han ocupado todos los espacios disponibles que tiene la escuela. Por esa razón, la escuela se quedó sin sala de profesores y también sin laboratorio», cuenta la dirigente docente.
Ahora, el tema es el termotanque: la Escuela Florencia Molina Campos no tiene termotanque. Aguardar que el Estado envíe las partidas para comprar uno es una espera sin tiempos. Y por eso el cuerpo docente organizó un bono contribución: así piensan recaudar los fondos suficientes para comprar un termotanque. El bono contribución tiene un valor de $500 y sorteará el 23 de septiembre próximo, por la Lotería de Entre Ríos.
El primer premio del bono contribución de la Escuela Florencio Molina Campos “para comprar un termotanque” es un lechón; el segundo, también un lechón; el tercero, una pava eléctrica; el cuarto premio, un pollo; el quinto, un pollo también; el sexto, un whisky; el séptimo, un cuchillo; el octavo, un juego de asador; el noveno premio, una torta; y el décimo, una docena de empanadas más dos hamburguesas.
«Es una de las tantas rifas que hay en las escuelas para solventar gastos, reparaciones y cubrir falencias que el Estado no cubre», dice la titular de Agmer Federal. «Mi hijo asiste a esta escuela; soy miembro de la Cooperadora y siempre estamos trabajando para colaborar con la escuela, en adaptaciones de aulas, reparaciones de impresoras, cambio de puertas y ventanas, compra de todos los elementos de Educación Física de la escuela -enumera-. Por eso digo que esta rifa es una de tantas y surge de los profesores para ayudar a la cocina del comedor a tener agua caliente y beneficiar a sus 500 alumnos que pasan por el comedor ya que al ser una agrotécnica los alumnos desayunan almuerzan y tienen una merienda. Pero esto lamentablemente pasa en todas las escuelas».
