Pasó la sequía y llegaron las lluvias. En el campo entrerriano, quedó atrás el peligro de los incendios, pero afloró la imposibilidad de transitar, de llegar al poblado más cercano, de llevar los hijos a la escuela, de sacar los pollos o el arroz recién trillado.
Hafner se refiere al establecimiento educativo “Carlos Villamil”. Un letrero al frente del edificio permite identificar a la “Primaria 62” y a la “Secundaria 34 El Redomón”, un centro educativo de los tantos que, tierra adentro de la provincia, llevan adelante la enorme misión de educar.
- Por supuesto que lo autorizo. Eso es lo que pasa en nuestro país, que nadie quiere dar la cara. Y hay que dar la cara, porque lamentablemente las cosas son así”, -respondió, decidido.Hafner explicó que las imágenes fueron tomadas el miércoles y el martes últimos. “Hoy jueves (por ayer) ya no salí, no arriesgué. Ayer me costó un montón llegar y entonces hoy no salí”, lamentó.
En un audio que este le mandó a otro de la zona, le preguntaba si no había alguna manera de que el jefe de Vialidad escuche, porque “no se puede transitar más, no se puede ir a trabajar. Empezaron las clases y no pueden venir los docentes. La granja de pollos que hay acá no puede sacar la producción. Empezó la trilla de arroz y tampoco pueden sacarlo. Y eso que todavía no arrancó el invierno. Cuando arranque, directamente vamos a tener que aislarnos nomás”, se lo escucha decir.