“Nada es como era entonces”, se escucha por ahí…; y algo de cierto hay sobre la nostálgica afirmación. Si se retrotrae a los servicios, atención al cliente, razón no les falta a los sufridos usuarios.
En Federal, hubo un tiempo en que comercializaban tres
entidades bancarias: “el” Nación, “el” Entre Ríos, y “el” Mesopotámico.
En la nefasta década menemista, el gobierno de turno “vendió”
a la ciudadanía que privatizaba servicios para beneficiar su rendimiento…
El presidente Menem y su banda, privatizó el ferrocarril,
las compañías de telefonía (Compañía Entrerriana de Teléfonos, entre otras) y de
energía (caso, EPEER), los bancos provinciales, como el ‘Banco de Entre Ríos’.
La falta de personal, entre otras cuestiones, fue uno de los
motivos por los que la atención al público, progresivamente, se “resintió”,
empezando a ser habitual que los clientes la calificaran como “mala”.
Además, el sistema de atención incorporó definitivamente la
tecnología, y por ende, el trato dejó de ser personalizado para pasar a
mecanizado, “robotizado”.
Como todo en los últimos tiempos en la Argentina, se
naturalizó lo cotidiano; y la atención en los bancos no fue la excepción a la
regla impuesta: “la mecánica” de atención se aceitó, no para brindar una mejor
atención, sino por el contrario, para empeorar el modo de comunicación con los
clientes.
El “nuevo” BERSA -‘producto’ del engendro societario de Néstor
Kirchner, con Ezkenazi y compañía-, se fue decantando en una deformación del
espíritu con que fue creado el banco de la provincia de Entre Ríos. La
operación perversa de los gobernantes-empresarios resultó impuesta ante la
pasividad de los potenciales-circunstanciales clientes-usuarios del otrora “banco
de los entrerrianos”.
La atención al público, la disponibilidad de servicios al cliente-usuario, “decayó” en la misma proporción en que se depreció la moneda argentina.
A la fecha, se resume lo que es la atención, son los servicios, en el otrora “banco de los entrerrianos”, en la vivencia de un usuario en la sucursal Federal del BERSA, el miércoles 19 (/1/2022), quien filmó la circunstancia para documentar la “desatención”.
