'EL DEDO EN LA LLAGA' (L a V, 12hs)

Preocupa la sequía en el inicio del año

CLIMA / DATO DE LLUVIA EN FEDERAL 1-1-2022: 14 MILÍMETROS. 

Los rindes del maíz están en duda por la ola de calor y la falta de lluvias en un momento crítico. 

El panorama es más que inquietante. El clima no está acompañando las necesidades de humedad que necesita el maíz en esta etapa del cultivo.

Un productor, resumió la inquietud del sector: “Hay una zona muy grande con problemas de falta de humedad en un momento que es crítico”. Explicó que por ello “se viene utilizando la técnica del maíz tardío, justamente para eludir ese déficit en enero, pero igualmente afecta a todos los cultivos. La menos golpeada hasta ahora es la soja, que define el rendimiento en febrero, pero cada vez se siembra menos, por la mayor carga impositiva que tiene el cultivo.”

La Bolsa de Cereales de Rosario consideró, una semana atrás, que en cuestión de clima “hay buenas y malas noticias. La primera es que la primavera dejó lluvias mejores de lo que se esperaba y que hoy mantienen a los cultivos de soja y maíz en muy buenas condiciones en la región núcleo. La otra buena es que las proyecciones para “La Niña” indican que podría empezar a debilitarse, con lo cual las lluvias de febrero para Argentina serían más generosas de lo que se estaba previendo. Pero la mala, es que no hay lluvias a la vista en la próxima semana, y enero comenzaría con dificultades para que se desarrollen.


Las actuales previsiones para Argentina indican lluvias de 5 a 15 mm para la mayoría de sus zonas productivas, cuando hay requerimientos urgentes para que los maíces no pierden potencial de rinde.

Los expertos calculan que “el problema es que, si bien la primera quincena de diciembre dejó algunas lluvias importantes, las altas temperaturas pusieron al cultivo contra las cuerdas. Tras la ola de calor de la semana el cambio de escenario respecto a siete días atrás es notable. Las reservas de agua útil en el 54% de la región presentan condiciones de escasez hídrica y un 14% están en condición de sequía”. FUENTE DIARIO CLARÍN.

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Con una cosecha récord de dólares en 2021, preocupa la sequía en el inicio del año

Los rindes del maíz están en duda por la ola de calor y la falta de lluvias en un momento crítico. Recupera la soja.


Las cerealeras liquidaron en diciembre al menos 2.500 millones de dólares, un monto 50% superior al que liquidaron en diciembre de 2020. Así, las agro-exportaciones -al menos las que pasaron por el conjunto de exportadores agrupados en CIARACEC treparon en el año a cerca de los 33.000 millones de dólares, casi 60% por encima del registro anual de 2020 y la cifra más alta en lo que va del siglo. Una verdadera cosecha récord de divisas, cuyo principal beneficiario es el Estado.

Vale recordar que pese a este inesperado ingreso de divisas producto del boom de precios agrícolas que se produjo en 2021, el Banco Central no pudo engordar las reservas, ni las totales ni las líquidas. Así como entraron, los dólares del superávit comercial se fueron en pagar deuda pública y privada y en y vender dólares (al tipo de cambio oficial) a los importadores. Por cierto los buenos rindes y los precios internacionales compensaron, muy parcialmente, la cuestión brecha cambiaria. Los exportadores de granos están en una situación bien desfavorable: venden sus productos al cambio oficial menos la retención.

Para ellos, la brecha entre el dólar campo y el dólar real es superior al 100% (en contra).

El impulso de las liquidaciones de diciembre se debió, sobre todo, a una combinación extraordinaria de precios y rindes que se observó en el trigo, gracias a condiciones climáticas excelentes y precios que llegaron a superar los 315 dólares la tonelada.

De hecho, aprovechando esas dos condiciones favorables y anticipándose a una temida suba de retenciones, las cerealeras anotaron en los registros oficiales ventas por 12 millones de toneladas, y esperan autorización oficial para anotar otros 2 millones de toneladas.

Al registrar las ventas, las cerealeras están obligadas a liquidar los dólares correspondientes a las retenciones, según la alícuota que se aplica a cada producto. Como esa alícuota para el caso del trigo está en el 12%, al fisco ya ingresaron cerca de 450 millones de dólares. El resto de los dólares irá ingresando a medida que se concreten los embarques.

Hasta ahí, las buenas noticias. Pero para adelante el panorama es más que inquietante. El clima no está acompañando las necesidades de humedad que necesita el maíz en esta etapa del cultivo.

Un productor, ante la consulta de Clarín, resumió la inquietud del sector: “Hay una zona muy grande con problemas de falta de humedad en un momento que es crítico”. Explicó que por ello “se viene utilizando la técnica del maíz tardío, justamente para eludir ese déficit en enero, pero igualmente afecta a todos los cultivos. La menos golpeada hasta ahora es la soja, que define el rendimiento en febrero, pero cada vez se siembra menos, por la mayor carga impositiva que tiene el cultivo.”

La Bolsa de Cereales de Rosario consideró, una semana atrás, que en cuestión de clima “hay buenas y malas noticias. La primera es que la primavera dejó lluvias mejores de lo que se esperaba y que hoy mantienen a los cultivos de soja y maíz en muy buenas condiciones en la región núcleo. La otra buena es que las proyecciones para “La Niña” indican que podría empezar a debilitarse, con lo cual las lluvias de febrero para Argentina serían más generosas de lo que se estaba previendo. Pero la mala, es que no hay lluvias a la vista en la próxima semana, y enero comenzaría con dificultades para que se desarrollen.

Las actuales previsiones para Argentina indican lluvias de 5 a 15 mm para la mayoría de sus zonas productivas, cuando hay requerimientos urgentes para que los maíces no pierden potencial de rinde.

Los expertos calculan que “el problema es que, si bien la primera quincena de diciembre dejó algunas lluvias importantes, las altas temperaturas pusieron al cultivo contra las cuerdas. Tras la ola de calor de la semana el cambio de escenario respecto a siete días atrás es notable. Las reservas de agua útil en el 54% de la región presentan condiciones de escasez hídrica y un 14% están en condición de sequía”.

Lo que se observó en los últimos días es un repunte de los precios de la soja, un cultivo que viene estancando en superficie y rindes, en comparación con lo que ocurre en Estados Unidos y Brasil.

El Gobierno mira día por día lo que sucede con los granos, rindes, embarques y liquidaciones porque el campo es, se sabe, el principal proveedor de divisas. Y es sabido que el contexto es sumamente desafiante, con vencimientos de deuda -el 7 de enero hay que pagar 700 millones de dólares por un cupón de intereses de los bonos de deuda en dólares- y el acuerdo con el FMI es por ahora todo incertidumbre. En 2021 el campo le dio un salvavidas importante a las arcas del Gobierno. Pero es difícil que en 2022 se repita la misma performance.

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PUESTA EN VALOR DEL EDIFICIO DE LA EX ESTACIÓN FERROVIARIA

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