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Evalúan que las clases se reanuden después de las vacaciones de invierno



Una posibilidad es adelantar el receso y que los alumnos regresen en julio al aula. Las clases, suspendidas por la pandemia desde el 15 de marzo, podrían ser retomadas recién después de las vacaciones de invierno. "Si la cuarentena se extiende en mayo, se podrían adelantar las vacaciones de invierno y retomar en julio", señalaron desde el Ministerio de Educación de la Nación. Analizan que el ciclo lectivo para quienes terminan el Secundario continúe en febrero, marzo y abril de 2021 y pedirles a las universidades que el año próximo empiecen el 1 de mayo. Otra de las medidas que se analiza es que los estudiantes secundarios ingresen a la escuela más tarde que los de la primaria.

FUENTE INFORMATIVA DIARIOS LA NACIÓN Y CLARÍN.


No hay todavía una definición, pero la posibilidad es cada vez más grande. Las clases, suspendidas por la pandemia desde el 15 de marzo, podrían ser retomadas recién después de las vacaciones de invierno.

El receso tiene fecha para distintos momentos de julio, según el distrito, aunque en la mayoría se prevé que empiece el 20.

Una propuesta, para el caso de que la cuarentena se extienda durante mayo, es la de adelantar las vacaciones y que luego los chicos regresen a las aulas en julio, con la tranquilidad de que lo peor del coronavirus ya haya pasado. Mientras tanto, trabajan con plataformas virtuales.

Con abril descartado, ningún funcionario se anima aún a aventurarse sobre una fecha estimada para la apertura de las escuelas en este contexto de epidemia del nuevo coronavirus. Sin embargo, la posibilidad concreta de que las clases presenciales se retomen después de las vacaciones de invierno empieza a naturalizarse cada vez con más fuerza entre quienes toman las decisiones de políticas educativas.

De acuerdo con el ciclo lectivo vigente, con una duración de dos semanas, el receso invernal está pautado en tres fechas distintas: en algunas provincias comenzaría el 6 de julio; en otras, el 13, y en la mayoría, entre ellas la ciudad y la provincia de Buenos Aires, el 20.

Ya es público que el presidente Alberto Fernández afirma que las clases presenciales serán “lo último” que se reanude, lo que da a entender que otras actividades se irán habilitando progresivamente antes que el regreso a las aulas.

Nadie lo dice, pero por lo bajo lo reconocen: “Si la cuarentena se extiende en mayo, se podrían adelantar las vacaciones de invierno y retomar en julio, con la tranquilidad de que lo peor del coronavirus ya pasó”, reflexionó un ministro de Educación provincial, que quiere llevar su propuesta al Consejo Federal de Educación.

Los funcionarios son muy cuidadosos y prefieren no afirmarlo en público. Están de acuerdo en que un anuncio así sería contraproducente y alteraría la tensa calma con la que las familias atraviesan el aislamiento social obligatorio. Pero saben que esa posibilidad está cada vez más cerca.

Incluso, cayó muy mal en varios ámbitos educativos que la Universidad de Buenos Aires (UBA) anunciara tempranamente, y de modo inconsulto con el resto de la comunidad universitaria, la suspensión de las clases y que el nuevo ciclo lectivo empezaría en junio y culminaría en marzo, con un receso entre mediados de diciembre y enero. En definitiva, nadie se quiere adelantar. “La UBA estableció un cronograma académico que hay que ver si puede cumplir”, dijo el ministro de Educación, Nicolás Trotta, a La Nacion.

“Esto es día a día. No sabemos cuándo podremos volver a clases. Se pueden recuperar los días, lo que no podemos permitir es tener el costo de vida como han tenido otros países”, agregó.

El ministro muestra ejemplos del extranjero que van en ese sentido: “Hago videoconferencias con ministros de otros países y tampoco lo saben. Hablé con la ministra de Educación de España y no tienen ni siquiera una fecha aproximada”, sentenció.

El panorama en Nueva York

Lo señalado por el ministro es así y se ve reflejado en algunas decisiones que se están tomando en el hemisferio norte. El puntapié inicial lo acaba de dar la ciudad de Nueva York: “Cerrar nuestras escuelas públicas por el resto del año no es fácil, pero es necesario para salvar vidas. Volveremos a abrirlas en septiembre, con el inicio del nuevo ciclo”, anunció ayer el alcalde Bill de Blasio. La metrópolis ya suma 93.500 contagiados y 6400 muertes.

La decisión adoptada por De Blasio empezó a tener apoyo, sobre todo si se tiene en cuenta que el calendario escolar en los países del norte termina en junio y se retoma en septiembre. En Estados Unidos afirman que esa iniciativa será imitada por varios estados.

En Europa sucede algo parecido: es probable que adelanten el fin de ciclo lectivo de modo presencial y sigan con la educación a distancia (que funciona bastante bien) para retomar en septiembre, ya con las escuelas abiertas.

¿La Argentina puede seguir ese camino? Nadie lo sabe, pero es una posibilidad que muchos distritos evalúan. “No hay un dato concreto. Afirmar una fecha u otra es arriesgar algo que nadie sabe concretamente”, señaló un funcionario que participa del comité de crisis en la ciudad de Buenos Aires. Y agregó: “Hay que seguir apostando a la educación a distancia y fortalecer esa modalidad”.

“En las escuelas rurales, sobre todo en zonas a las que el virus no ha llegado, se podrían abrir nuevamente las escuelas como parte de esta nueva modalidad de aislamiento comunitario, como anunció el Presidente”, consideró un ministro de Educación de una provincia del noroeste (NEA). Y aclaró: “No hay que olvidar que en esos lugares no cuentan con tanta tecnología ni con la costumbre para que los alumnos se adapten fácilmente a la educación a distancia”.

Efectivamente, en la Argentina hay una profunda inequidad debido a los distintos niveles de acceso de las familias a la tecnología. Pero todos están en sus casas estudiando de diferentes formas, en particular con educación online de modo remoto.


En algunas escuelas privadas ya circulan ideas para que al menos los alumnos de los últimos años de la escuela secundaria puedan seguir estudiando a distancia todo el año y así poder despejar aulas y ganar espacio físico para distribuir de mejor manera a los demás cuando vuelvan a abrir.


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El ciclo lectivo podría terminar en abril para quienes concluyen la Secundaria


Podrían adelantar las vacaciones de invierno si ven factible que el retorno a las aulas se dé en julio. En tanto, analizan que el ciclo lectivo para quienes terminan el Secundario siga en febrero, marzo y abril de 2021.

El Gobierno armó un equipo de especialistas que tendrá como misión estudiar todos los escenarios posibles para la vuelta a clases. Empezará a funcionar esta semana y serán quienes finalmente tomarán la decisión de cómo será el retorno a las aulas el día que los epidemiólogos así lo consideren.

Este mismo lunes, los expertos iniciarán una ronda de consultas con todas las provincias, los sindicatos docentes y los referentes académicos. "Cualquier decisión que surja tiene que ser consensuada. Aún no sabemos si las clases presenciales van a volver en junio o en agosto. Pero la decisión de cómo continuar debe tener la mayor legitimidad", dijo a Clarín el ministro de Educación Nicolás Trotta.


"Si la cuarentena se extiende en mayo, se podrían adelantar las vacaciones de invierno y retomar en julio, con la tranquilidad de que lo peor del coronavirus ya pasó", dijo al diario La Nación un ministro de Educación provincial, que quiere llevar su propuesta al Consejo Federal de Educación al ratificar que evalúan que las clases no se retomen hasta después de las vacaciones de invierno.

Cuando el aislamiento termine, se estima, lo que se verá es un mayor nivel de desigualdad, con estudiantes que pudieron seguir, de algún modo, los contenidos educativos y otros tantos que se quedaron sin aprender buena parte del material.

Para el ministro Trotta, "habrá que considerar que los contenidos que no se dieron en 2020 se aborden en 2021", afirmó.

Y agregó que el principal inconveniente será cómo resolver la cuestión de los que están terminando el secundario. Para ellos se analiza que el ciclo lectivo 2020 continúe en febrero, marzo y abril de 2021 y pedirles a las universidades que el año que viene arranquen el 1° de mayo para los alumnos que están ingresando.

Otra de las medidas que se analiza es que los estudiantes secundarios entren a la escuela más tarde que los de la primaria. Esto es para evitar congestiones en el transporte público y la circulación de las personas. Por otra parte, afirman que esto también podría mejorar el rendimiento escolar de los secundarios, basado en estudios que muestran que los adolescentes tienen un reloj biológico más nocturno.

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