Federal –a 198 kilómetros de Paraná, en el norte de Entre Ríos- tiene una población de 18 mil habitantes. Es una ciudad chica. Y en una comunidad pequeña, casi todos se conocen. Y en tiempos de redes sociales, si se quiere averiguar un poco más de un vecino, si fisgonea a través de Facebook: ese parece ser el método que escogió la única médica auditora que contrató el Estado para controlar las licencias por enfermedad de los docentes de todo el departamento Federal.
“Busca el perfil en Facebook de un docente, y así autoriza o no la licencia por enfermedad”, denuncia María Alejandra Gómez, secretaria general de la seccional Federal de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer). La profesional, asegura, atiende en la única oficina administrativa con que cuenta la Dirección Departamental de Educación de Federal, y socializa con el resto de los empleados la historia clínica de los docentes.
“La médica auditora comparte oficina, la única oficina que tiene la Departamental. Allí convive con muchos administrativos, y todos saben, todos se comentan, y se conoce cada patología de los docentes, en algunos casos se trata de situaciones muy reservadas. Y se generan comentarios. En pueblo chico nos conocemos todos y sabemos todo”, cuenta.
En Federal, dice la titular de Agmer, la médica auditora rara vez sale de su oficina de modo que el control de la salud del maestro o profesor lo hace de modo administrativo: la persona tiene que acudir a la Departamental de Educación o enviar una foto vía celular si es que vive en el interior del departamento. Cuando nada de todo eso le sirve, la médica acude a los perfiles de Facebook, apunta Gómez.
Agmer Federal produjo un documento con una mirada crítica respecto del funcionamiento del control de licencias por enfermedad de los docentes. El gremio sostuvo que el sistema “se lleva adelante chabacanamente, por medio de una médica auditora donde en ningún momento proyecta ´cuidado´, ´atención´ o ´preservación de la salud´ y donde solo pregona la palabra autorización refiriendo a los conceptos antes resaltados y mencionados”.
“Cuando nos referimos al accionar chabacano y poco profesional lo hacemos desde la denuncia permanente de los trabajadores de la educación, que día a día se ven sometidos a la vulneración de sus derechos por estos funcionarios de turno que actúan detrás de un escritorio, simulando un consultorio médico donde, sin conocer al paciente y arbitrariamente, contradicen un diagnóstico de médico especialista desde el lugar administrativo en contra de derecho como lo es el de licencias por salud laboral”, planteó Agmer Federal.
Los cuestionamientos al funcionamiento de las auditorías médicas no son nuevos.
El sistema de control de licencias docentes por enfermedad, que comenzó a regir el 1° de abril en la provincia, mereció el reproche de la conducción provincial de Agmer en julio último. Según el gremio, se transformó en una práctica de control “policial” sobre el trabajador de la educación con una excesiva injerencia de los 30 médicos auditores controlados en los distintos departamentos que “exceden” facultades y hasta aplican sanciones a maestros y profesores.
“Las modificaciones del sistema de Comisiones Médicas –que valoramos necesarias, aunque desde una concepción de prevención, atención y promoción de la salud- tiene un objetivo preciso: ´lograr un mejor control´. Se auditan los cuerpos, los tiempos y los movimientos de quienes padecen en su integridad las condiciones de desigualdad y exclusión de las políticas de ajuste. No compartimos esa mirada”, dice un comunicado que se conoció al término del encuentro que se desarrolló en Colón y que congregó a los 17 secretarios generales de las conducciones departamentales.
La queja es hacia la aplicación del decreto N° 426. Esa norma aprobó un convenio marco de colaboración con el Ministerio de Gobierno para llevar adelante el control de licencias médicas docentes. “El régimen vigente de control de licencias por enfermedad se encuentra colapsado, existiendo una demora en las citaciones para revisión que muchas veces supera ampliamente el plazo de la licencia solicitada, lo que genera conflictos con aquellas situaciones que luego no son reconocidas tornando ineficiente el control de las mismas”, dice el texto del decreto.
