La asamblea Más ríos menos termas salió a repudiar los nuevos proyectos ambientales que se impulsan en la provincia con respaldo del Entre Regulador del Recurso Termal de Entre Ríos (Errter).
Desde la organización advirtieron que la composición del agua termal consta de sal y otros compuestos que en el ambiente generan “contaminación química, sumado a que esta posee una temperatura de casi el doble que los cursos de agua (ríos y arroyos), donde el efluente termal es arrojado luego de ser utilizado en el sistema de piletas y produce contaminación térmica afectando los ecosistemas”.
Actualmente, Entre Ríos tiene 17 complejos termales habilitados, de los cuales muchos han tenido que cerrar temporalmente sus puertas por inactividad, como se refleja en el mapa difundido por la asamble.
“Los emprendimientos termales no son más que un mero negocio inmobiliario, se lotean terrenos a los alrededores y con eso se quiere imponer la idea del turismo local y sumado esto, los políticos les quieren perdonar las deudas a los complejos”, cuestionaron.
Según un informe de la dirección de Hidráulica de la provincia, Entre Ríos cuenta con 7.736 cursos de agua, que en promedio acumulan un caudal de 21.200 metros cúbicos por segundo, lo que equivale al 82 por ciento del recurso hídrico superficial del país, reflejan los datos proporcionados por la organización ambientalista.
“Los datos revelan la cantidad importante de agua dulce que tiene Entre Ríos, la cual se contamina gracias a la termas, las cloacas, los efluentes industriales y los agrotóxicos. Sumado a esto se debe recordar que estamos sobre el Acuífero Guaraní, una de las reservas de agua dulce más grande en el mundo. En muchos países, escasea el agua y en esta provincia destruimos los recursos generando que no se garantice un derecho fundamental como lo es el tener acceso a agua potable”, alertaron desde Más ríos menos temas.
Tras destacar que localidades como Paraná, Villa Urquiza, Diamante y Ramallo (Buenos Aires) lograron frenar la instalación de termas, anticiparon que la asamblea prepara una denuncia que se realizará en el 2018 “a los fines de terminar con el avance de los emprendimientos termales en la provincia”.
“También se seguirá luchando por el agua potable para Colonia Avellaneda y San Benito y se continuará como siempre denunciando cualquier actividad que atente contra la salud y el ambiente”, concluyeron.
