'EL DEDO EN LA LLAGA' (L a V, 12hs)

FRANCISCO - EL NUEVO PAPA ES ARGENTINO

La imagen de Cristo en la Tierra
"... por ahí quien dice...". Fue la afirmación ligera que pronuncié en mi programa de radio -'El dedo en la llaga' (La 100 de Federal)- del miércoles 13-3-13, en el comentario sobre el día clave en la elección del nuevo Papa, en referencia a la posibilidad que tenía el cardenal Jorge Bergoglio entre 'los papables' compartiendo el podio con el italiano Scola y el brasileño Scherer.

Asimismo aclaré que no había que ilusionarse; que nos debíamos autoimponer ser un tanto incrédulos porque las chances serían reducidas, al suponer tendrían mayores posibilidades los nombrados en el terceto con el Arzobispo de Buenos Aires, el que enfrentó a "los Kirchner" por la pobreza y la corrupción en el país.

La introducción al tema que ocupa la atención en todo el mundo fue mediante la reproducción del audio en el que se escucha al ex presidente venezolano Hugo Chávez, provocar el respeto de los católicos, cuando sostuvo "...qué es eso del Embajador de Cristo en la Tierra..."; el mismo político que se creía omnipotente -mortal como cualquiera de nosotros-, que rogó a Dios para que le diera vida en sus últimos días en la Tierra...

El "...por ahí quien dice..." fue como un anhelo, basado en la información a la que se accede con critrerio periodístico. Bergoglio "resultó segundo" en la votación del Papa anterior, y en la primera votación de la víspera, habría reunido más de 40 votos.

La 'corazonada' por Bergoglio también fue exteriorizada en el contexto de la actitud que adoptaría "la señora" -sarcásticamente e irónicamente hablando de la persona de Cristina Fernández de Kirchner- en caso que el nuevo Papa sea el argentino. Seguramente se disfrazaría de ferviente devota de la Iglesia con la que está enfrentada en la Argentina. "La señora" no tendría reparos en vender la vidriera de ocasión. Con la rapidez que la caracteriza aprovecharía para vestirse de santa, comulgar, y decir amén con los preceptos de la Iglesia.

Minutos después de las 15 del miércoles 13-3-13, comenzaron a sonar las campanas de la capilla San Jorge -a la mañana la hermana Teresita me había dicho ante la pregunta de rigor: "...y a mi me gustaría que sea Bergoglio..."-. La suposición lógica era -por el repiquetear de las campanas- "tenemos Papa". Efectivamente la fumata blanca que se veía en la televisión y el júbilo de la gente en la Plaza San Pedro confirmaba que se había elegido al nuevo Embajador de Cristo en la Tierra -a pesar de la desacreditación de Chávez, como puse de manifiesto en la radio-.

La espera por saber quién había sido instituido con la responsabilidad de conducir el destino de la Iglesia, se prolongó hasta pasadas las 16:05.
Instantes -segundos- previos, atentos a la aparición en el balcón, mi madre aventuró, "...y si es Bergoglio?...", a lo que respondí, "eso mismo dije hoy en la radio".
Cuando el cardenal francés, encargado de anunciar el nuevo Papa -leía en latín- nombró Bergoglio, nos miramos estupefactos, y de inmediato reveló que se llamará Francisco, fue como cuando se devela el sexo de un recién nacido y al unísono se lo llama por el nombre elegido.

Después me llamó Patricio -mi operador de radio-, contento, y bromeando sobre mi intuición de quién podría ser el nuevo Papa.

No fue supertición, como sí quizás fue 'la imagen' de la exposición pública de un hombre "indigente" -por su apariencia- que en la Plaza San Pedro, en la semana del Cónclave, agitó una pancarta con la leyenda "Francisco I Papa". El 'hallazgo' fue comentado como anécdota por los enviados especiales de Radio María (la foto que ilustra este artículo corresponde a la observación aludida).

El "indigente", "mendigo", "persona de limitados recursos económicos", tal vez sea la síntesis de como es la personalidad del nuevo Embajador de Cristo en la Tierra: Jorge Bergoglio, es humilde, sencillo, modesto, austero.

La máxima autoridad como ministro de Dios en la Tierra, hijo de un trabajador ferroviario, que rechazó en condición de Arzobispo de Buenos Aires hacer uso de las comodidades de la casa de la Curia en San Isidro para hospedarse en una habitación de la sede en el centro porteño calefaccionándola con una estufa común, que se preparó diariamente su propia comida, el que viajaba en colectivo, subte, como cualquier otro ciudadano, es el mismo hombre que subliminalmente se dirigió a los gobernantes de turno en la Argentina -corruptos, insensibles, que acumulan riqueza-, recordándoles: "Nunca he visto que un camión de mudanza siga al cortejo fúnebre", en alusión a que las riquezas de este mundo no se llevan al otro, como asimismo que la mortaja no tiene bolsillo.

FOTO NOTICIA - VIDA COTIDIANA

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PUESTA EN VALOR DEL EDIFICIO DE LA EX ESTACIÓN FERROVIARIA

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