La crispación, el efecto negativo que no tiene fronteras
La situación menos pensada se evidencia en Federal en los últimos meses, producto de un efecto con orígen en Capital Federal que se expande al interior.
La violencia callejera se propaga como reguero de pólvora, instalándose hasta en comunidades pacíficas como Federal.
De un tiempo a la fecha, la vía pública local es territorio no de mansos borrachos sino de agresivos alcoholizados que combinan bebidas con drogas; como asimismo, el descontrol es la característica predominante en derredor de los principales paseos públicos -Plaza ‘Urquiza’, entre otros-, y en las arterias consideradas céntricas -y en las adyacentes-.
Se ocupan veredas como bancos al aire libre -en la zona del centro cívico-, por donde deambulan
jóvenes en estado alarmante de ebriedad y con signos de estar trastornados por el consumo de estupefacientes.
La consecuencia es un foco de incidente incipiente. Ante el menor contacto, o intercambio de palabras, le sucede la otrora riña callejera convertida hoy en día en un enfrentamiento de bandas.
Cuando no es una disputa entre partes en conflicto, la otra cara de la violencia es un acto de vandalismo por el atentado al patrimonio público.
El desencadenante ha pasado de ser un arresto de rutina de los involucrados, al inicio de causas policiales y judiciales por averiguación de quienes fueron protagonistas del asesinato de tal o quien o en su defecto de los autores del atentado a un inmueble de uso público -tal el comedor comunitario de barrio El Silbido que fuera incendiado-.
Un episodio de homicidio callejero resultaba un hecho aislado en una población pequeña como Federal. Que se cometa un segundo asesinato en la vía pública en el lapso de meses, motiva reflexionar sobre qué es lo que está ocurriendo en una sociedad tranquila, pacífica, mansa.
Se desprende que el efecto multiplicador de las malas conductas, los vicios propagados, y la imitación de las protestas, son un polvorín que puede estallar ante el mínimo indicio de crispación.
Es lo que está sucediendo en Federal, donde ya no hay frontera que pueda detener el efecto negativo de la alteración social.
EL DATO
Un adolescente de 15 años (Orlando Aguirre) fue asesinado en la madrugada del sábado 6/10/12 en la vereda de la sucursal Federal del Banco Nación.
La víctima habría sido apuñalada -o atacada con una botella rota-.
El autor del homicidio sería un joven de 18 años (Emiliano José Larroque), a quien la Justicia le ordenó arresto domiciliario, medida que generó la reacción de familiares de la víctima que se movilizaron hasta la vivienda ubicada en calle Independencia, que fue custodiada por efectivos de la Policía de Federal, quienes reprimieron la protesta, a la vez que trasladaron nuevamente a Larroque a dependencias de la Jefatura Departamental.
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| PROTESTA. Al frente de la vividenda del autor del homicidio de Orlando Aguirre. (Foto captura celular) |
La situación menos pensada se evidencia en Federal en los últimos meses, producto de un efecto con orígen en Capital Federal que se expande al interior.La violencia callejera se propaga como reguero de pólvora, instalándose hasta en comunidades pacíficas como Federal.
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| LUGAR DEL CRIMEN. En la vereda del Banco Nación. |
Se ocupan veredas como bancos al aire libre -en la zona del centro cívico-, por donde deambulan
jóvenes en estado alarmante de ebriedad y con signos de estar trastornados por el consumo de estupefacientes.
La consecuencia es un foco de incidente incipiente. Ante el menor contacto, o intercambio de palabras, le sucede la otrora riña callejera convertida hoy en día en un enfrentamiento de bandas.
Cuando no es una disputa entre partes en conflicto, la otra cara de la violencia es un acto de vandalismo por el atentado al patrimonio público.
El desencadenante ha pasado de ser un arresto de rutina de los involucrados, al inicio de causas policiales y judiciales por averiguación de quienes fueron protagonistas del asesinato de tal o quien o en su defecto de los autores del atentado a un inmueble de uso público -tal el comedor comunitario de barrio El Silbido que fuera incendiado-.
Un episodio de homicidio callejero resultaba un hecho aislado en una población pequeña como Federal. Que se cometa un segundo asesinato en la vía pública en el lapso de meses, motiva reflexionar sobre qué es lo que está ocurriendo en una sociedad tranquila, pacífica, mansa.
Se desprende que el efecto multiplicador de las malas conductas, los vicios propagados, y la imitación de las protestas, son un polvorín que puede estallar ante el mínimo indicio de crispación.
Es lo que está sucediendo en Federal, donde ya no hay frontera que pueda detener el efecto negativo de la alteración social.
EL DATO
Un adolescente de 15 años (Orlando Aguirre) fue asesinado en la madrugada del sábado 6/10/12 en la vereda de la sucursal Federal del Banco Nación.
La víctima habría sido apuñalada -o atacada con una botella rota-.
El autor del homicidio sería un joven de 18 años (Emiliano José Larroque), a quien la Justicia le ordenó arresto domiciliario, medida que generó la reacción de familiares de la víctima que se movilizaron hasta la vivienda ubicada en calle Independencia, que fue custodiada por efectivos de la Policía de Federal, quienes reprimieron la protesta, a la vez que trasladaron nuevamente a Larroque a dependencias de la Jefatura Departamental.
