'EL DEDO EN LA LLAGA' (L a V, 12hs)

EL PUEBLO CHAMAMECERO DE FIESTA


Más de 15 mil personas pasaron por el Anfiteatro Francisco Pancho Ramírez para escuchar, en el escenario Ernesto Montiel, a referentes del género. En esta edición, el Premio Cachencho de bronce se otorgó al músico Oscar Burgardt.
(El Diario). En la madrugada de hoy se apagó lentamente el sonido de acordeonas y guitarras que junto a la voz humana dieron cauce a una forma musical que expresa la cultura que se remonta a un ancestral origen guaranítico. Con la alborada pintando la primera claridad diurna, Federal despidió la edición 2013 del Festival Nacional del Chamamé del Norte Entrerriano. La número 37 en la historia de este fenómeno que comenzó en 1976. Como sucede puntualmente cada febrero, decenas de miles de personas se dieron cita en la ciudad de canto y esperanza para manifestar su adhesión a esta música que, con absoluta convicción, puede afirmarse está a la altura de otros géneros consagrados universalmente como el blues, el tango, el fado, por citar apenas tres, nacidos del sentir popular.
Baluarte de identidad criolla, durante tres jornadas pasaron por el escenario Ernesto Montiel referentes del género, conocidos y no tanto, ya que una de las características de este encuentro es priorizar la calidad y la coherencia en el trabajo, antes que la repercusión mediática. Esta es una de las claves que explica la convocatoria de un fenómeno que ayer, fue calificado como exitoso por el intendente de esa localidad, Felipe Torres. En diálogo con EL DIARIO, destacó el balance como “altamente positivo”, con dos jornadas “a pleno” con los servicios y todo lo planificado desarrollándose sin problemas. “Esto pone de manifiesto que el festival está arraigado en el sentir popular con todo un clima que se genera no solo en el escenario, sino también en las bailantas. Se vive este clima tan especial que se genera en este encuentro del pueblo chamamecero”.
“Para nosotros –completó Torres- el festival es un orgullo. Este año ha participado muchísima juventud y eso nos alegra porque nos indica un recambio generacional necesario, y por otro lado nos permite ver los resultados del trabajo cultural que se realiza en la ciudad durante el año, que los chicos y jóvenes lo incorporan y cuando llega la fecha, muchos asisten para participar como voluntarios colaborando en las más diversas tareas diagramadas por la Comisión organizadora. Además proyecta el encuentro hacia el futuro, complementándose con iniciativas nuevas como la Cátedra abierta”.
Para Luis Arturo Luna, secretario de Cultura y Educación del municipio, “seguimos creciendo. Nos interesa proyectar este encuentro a otros puntos del país. En ese sentido destacó la Cátedra abierta de chamamé, que por su repercusión ya ha recibido pedidos de extensión a ciudades de la provincia y Corrientes. “Ha sido muy importante poner en marcha este proyecto en el año del bicentenario. Vamos a continuar trayendo personas idóneas que nos profundicen el conocimiento”, señaló el funcionario que, adelantó, “vamos a esperar unos días, luego del festival y allí seguramente presentaremos el balance definitivo con todos los detalles, como siempre lo hemos hecho, en forma transparente”.
A la vez, ya piensa en lo que vendrá. “Ya tenemos la fecha para el próximo 8, 9 y 10 de febrero de 2013. Y estamos trabajando, el intendente ya tomó el sábado el compromiso para construir el monumento a los pioneros del chamamé y eso implica todo un proceso que ya nos ocupa”.

RECONOCIMIENTO. En la edición del festival que concluyó esta madrugada, con más de 160 medios de todo el país cubriendo el evento –lo cual da una idea cabal de su repercusión-, se concretó un homenaje al Pabellón Nacional, en el Bicentenario de su creación, que se celebrará en pocos días más. El sábado, noche central, luego del espectáculo con fuegos artificiales, el Coro Municipal Hermandad se presentó con un repertorio acorde. Luego de la bendición del párroco Gabriel Dri, el intendente Torres dio la bienvenida a todos al anfiteatro Pancho Ramírez y tras la apertura oficial comenzó el desarrollo de la cartelera.

Momento central

Desde hace unos años la Comisión organizadora decidió brindar un reconocimiento a quienes cuentan con trayectoria y han realizado contribuciones -con su vida y su obra- al género. Se trata del Cachencho de Bronce, estatuilla realizada tomando como modelo el personaje que identifica al festival. Esta estatuilla, condensa, cristaliza, toda la energía de esta tierra y expresa a todas las personas que trabajaron para concretar este festival, a toda una comunidad. El Cachencho es la voz de toda esta gente y este lugar del mundo. En esta edición, luego de cerradas discusiones y tras un prolongado debate que se cerró con una votación días anteriores, el reconocimiento fue entregado a un histórico del género: Oscar Burgardt. El codiciado galardón le fue entregado el sábado por el Intendente –que preside la Comisión organizadora- en nombre del pueblo de Federal, en un emotivo momento. La estatuilla es realizada tomando como modelo el personaje que identifica al festival y condensa, cristaliza, toda la energía de esta tierra y expresa a todas las personas que trabajaron para concretar el encuentro, a toda una comunidad. El Cachencho es la voz de todos los federalenses.

Objetivo cumplido

Al amanecer de este lunes, mientras los acordes se apagaron quedamente y el ritmo habitual retorna a las calles –con ecos que continuarán a lo largo de todo el año manteniendo encendido el alma del festival-, esta comunidad que continúa con el sueño que un grupo de pioneros vislumbró en 1975 pueden sentirse satisfecha. El objetivo de reunir a los más auténticos exponentes de la música del Litoral se ha cumplido. No sólo por congregar a los consagrados sino también por brindar un lugar a los que con su juventud aseguran el imprescindible recambio generacional. Es el caso del niño Nicolás Cardoso, quien anoche volvió a deslumbrar al público con su talento y sus ocho años.
Una vez más todos quienes se siente parte de esta patriada podrán asegurar: Federal es baluarte de identidad montaráz. Federal es chamamé.

Homenaje

En el amplísimo predio del prolijo y cuidado anfiteatro Francisco Ramírez, distintas referencias rinden homenaje a grandes nombres del género.
Desde el coqueto y elegante escenario, denominado Ernesto Montiel hasta la estatua de Cachencho, tradicional personaje que identifica al festival, distintas referencias asimilan el lugar a un gigantesco templo al aire libre preparado para congregar a los fieles.
A estor recordatorios, se suma un tributo a uno de los pilares de esta expresión cultural: la bailanta Antonio Tarragó Ros.
Ubicada a un costado del escenario Ernesto Montiel, esta pista de baile responde a una necesidad entrevista desde hace tiempo por los organizadores: aquella de las parejas que contagiadas por la música y sin poder sustraerse a su influjo, danzaban entre las prolijas filas de las sillas o en algún claro entre el público.
Carlos Marín / Fotos Daniel Cristina

FOTO NOTICIA - VIDA COTIDIANA

FOTO NOTICIA - VIDA COTIDIANA
PUESTA EN VALOR DEL EDIFICIO DE LA EX ESTACIÓN FERROVIARIA

ALBUM DE FEDERAL