Transitar por las rutas, nacional 127 y provinciales 22 y 6, no sólo implica estar extremadamente atentos para conducir en el trazado de la carpeta asfáltica sino que también, hay que prever dónde estacionar en caso de pretender apartarse de la calzada para efectuar una tarea de auxilio mecánico o recambio de un neumático, por citar dos condiciones que pudieran presentarse en un viaje.
La mención a la situación aludida obedece a que no hay banquinas en ninguna de las rutas señaladas, ante lo cual, se producen circunstancias como la del sábado 16, cuando un camión marca ‘Volvo’ perteneciente a la empresa ‘Binibe’ proveniente de Brasil, quedó empantanado a la altura del kilometro 200 de la ruta nacional-internacional.
La lluvia registrada en la madrugada de la jornada y en la víspera, dificultó aún más la circulación por el terreno de tierra cubierto por un pastizal, por lo que ante la maniobra del conductor del vehículo de carga pesada, el transporte se incrustó en el suelo barroso.
Como está el terreno paralelo a la ruta 127 a la altura de Federal, idéntica condición se repite en cada tramo a lo largo de todo el recorrido desde Paraná hacia Corrientes, al igual que en las rutas 22 -camino a Concordia- y 6 -en todo el trayecto desde La Paz hacia Gualeguay-.
La situación observada no es circunstancial pudiéndose aducirse que es a causa de obras viales en ejecución; por el contrario, la falta de banquinas representa un problema para los conductores que se remonta al momento en que se construyó el asfaltado de las rutas 127, 22 y 6.
En consecuencia, cabe plantear si en los contratos de obras viales entre los gobiernos centrales y las empresas a las que se les adjudican los trabajos, no se contempla que además de la carpeta asfáltica central, también deben construirse banquinas consolidadas.
